COWARD- BRANCE

5

Capítulo V

Entender a su madre siempre le había costado mucho, no comprendía su extraña forma de actuar, se había levantado con prisas porque llegaba tarde a la escuela, con suerte le daba algo de tiempo a desayunar cualquier cosa, pero grande fue su sorpresa al ver un enorme plato con wafles en forma de corazón que tenían escrito con siroppe de chocolate, "Te amo hijo". Estaba acostumbrado, su madre solía hacer ese tipo de cosas cada que lo lastimaba física o verbalmente, pero ya estaba harto, prefirió irse sin desayunar.

Por suerte pudo llegar a tiempo a la escuela, la primera clase no era tan pesada así que se tomó la libertad de dibujar un poco en su libreta, no solía hacer eso pero últimamente había estado sobrellevando mucho estrés y esa era la manera más pacífica que tenía de desahogarse, era eso o estampar la cara de algún idiota contra los casilleros, pero no, le daba pereza. El rubio hubiera seguido divagando de no ser por una pequeña bolita de papel que cayó en su pupitre, no iba a abrirla, pero vió a aquellos ojos rasgados que lo miraban con complicidad.

"Hey, presta atención a la clase, este tema lo van a tomar en el exámen.
Pd: No olvides la salida"

Pero claro que no la había olvidado, es más, no había dejado de pensar en eso toda la noche.
¿Qué se supone que haría con Bruce en el parque?

Ha estado meditando lo que resta de la clase, sabía que Bruce era un chico especial y no quería atocigarlo con las cosas que aveces decía, pero, también quería ayudarlo a darse cuenta de que no era un "cobarde"...

La hora de recreo llegó muy rápido, los jóvenes salían de las aulas con distintos rumbos, él se dirigía a la cafetería, necesitaba urgentemente algo de comer. Una de las principales virtudes de Vance no era precisamente la paciencia, la multitud de chicos había pasado casi por encima de él y le habían dejado sin un solo bocadillo.

-Mierda-.susurró tomando asiento en la mesa más cercana-. Malditos oportunistas, ¿acaso no pueden respetar la puta fila?

-¿Tan temprano y haciendo corajes?-. El rubio se exaltó pero relajó su ceño fruncido al notar que sólo se trataba de Bruce.

-No lo entenderías ojos con sueño, esos idiotas acaban de dejarme sin comer, no he desayunado y comprenderás que tengo un hambre más grande que la calva del maestro de Química.

-¿No desayunaste?-. Preguntó algo preocupado, el ojiazul le dirigió una mirada algo irónica-. Bueno, tengo un sandwich de pollo, lo hice para alguien más pero no creo que se moleste si te lo doy.

-Vaya Bruce, me estás comenzando a caer muy bien-. El pelinegro río y el otro chico no pudo evitar sonrojarse un poco.

-¿Vamos al patio?