8

219 18 82
                                    

Capítulo VIII

-¿Qué mierda te pasa?

-Deberías estar felíz, te he hechado una mano Hopper-. Sonrió burlón

-Cierra la boca Jordan.

Bruce estaba tirado en el piso y al parecer su labio inferior estaba sangrando un poco, tal vez fue por el duro golpe que Vance le proporcionó con su cabeza.
Jordan parecía decidido a ocasionar un gran problema.

-Oh pobrecito, la princesita está sangrando, corre Vance aún puedes besarlo, claro si es que te gusta el sabor a hierro-. Dijo burlón

-¿Qué mierda te sucede?-. Respondió el rubio antes de sujetar fuertemente de la camisa al chico de ojos marrones-. Viste cómo le has dejado el labio?, la única princesa eres tú, si querías pelear conmigo venías y me lo decías, no tengo ningún problema con partir tu horrible rostro en dos.

-Vance, déjalo, en serio, no vale la pena-. Susurró algo lloroso, se había levantado para sujetar el brazo del rubio, este ya estaba en forma de puño buscando estamparse contra la cara de aquel idiota.

-En todo caso el que debería golpearme es Brucey, ¿No es así?, pequeño, pero como todo el mundo aquí sabe, solo es un triste cobarde.

Bruce no podía pronunciar palabra alguna pero le susurró nuevamente a Vance que se fueran, Jordan debía estar rezando internamente, al sentir que el agarre se aflojó no dudo en quitarse completamente y ponerse en una posición de defensa.

-Tienes razón Bruce, no vale la pena, por ahora estoy cansado, pero, no creas que te has librado.

Ambos chicos abandonaron el lugar dejando a una multitud confundida y algo decepcionada al no poder disfrutar de la pelea del siglo.
La noche era algo fría, parecía que Bruce no quería mencionar palabras alguna, solo caminaba mirando hacia abajo, el rubio lo observaba atentamente.

-Bruce, lamento mucho lo de tu labio, no fue mi intención-. Dijo muy apenado, frenando al azabache con uno de sus brazos.

No recibió ninguna respuesta, pero al ver que el menor iba levantando la mirada solo pudo observar esos ojos inundados, le partió el corazón verlo así, sus lágrimas comenzaban a despegar las pegatinas que le había puesto hace poco tiempo.

-Mierda, no llores, porfavor-. Susurró, el menor solo apoyó su cabeza en el pecho del rubio.

Le había empapado el pecho con sus lágrimas, pero no le importaba, se sentía mal por el pequeño, en ese momento no era capaz de pensar en golpear a Jordan, sino en cómo ayudar a Bruce, habían cosas que le disgustaban mucho y estaba seguro de agregar una nueva y esa sería ver llorar al azabache. Se quedaron ahí por unos minutos, parados, sin decir nada, solo con unos pequeños sollozos de fondo.

-Bruce, necesitamos curar tu herida, bien?

-¿Por qué?

-Porque se te infectará

-No, ¿Por qué me ha hecho eso?-. Los ojos azules se dirigieron lentamente hacia los del chico de camisa negra-. Yo solo trato de continuar y el parece querer arruinar mi felicidad, estoy cansado Vance, no entiendes lo difícil que es saber que una persona no te quiere pero aún así se rehúsa a soltarte, ¿tan divertido es verme sufrir?.

COWARD- BRANCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora