Narra Dai
Estaba con mi increíble y maravillosa plan de escape cuando de repente un peli morado me reclamo.
-¿Que se supone que haces?- me preguntó el peli morado.
- No importa pelo medusa - era un mal insulto y lo sabía, pero aún así pareció dañar su ego.
-¡Oye! Maldita mocosa.
- Woa una medusa hablando increíble, y dime qué vas a hacer electrocutar me - después de eso sali corriendo lo más lejos que pude.
Hasta que llegue a un templo. ¡¿CUANTO HABIA CORRIDO PARA ACABAR ALLI?!
El templo era precioso tanto incluso que se podrían hasta hacer reuniones.
Porto me que mirando los alrededores hasta que vi a un grupo de personas, y como buena metiche que soy fui a ver que decían.
Al parecer era algo de una cápsula del tiempo, cada uno tenía una carta sin embargo en la caja aún quedaban dos cartas sin abrir.
-Es de Mickey y Lucy- uno de los sujetos.
Lucy, me sorprendí al oir ese nombre, pues aparte de ser el de mi madre era extranjero y poca gente lo tiene.
A continuación de eso empezaron a leer la carta del tal Mickey.
Después la de aquella chica Lucy pero lo peor fue cuando la empezaron.
-"Querida Lucy mars del futuro..."
- empezó a leer un peli morado.
¡Lucy mars! ¿¡La conocían!?
Quería saber que hay en esa carta, me gustaría conocer aquel pasado del que nunca me contó.
Paso un rato paso, de todos solo quedó un pelinegro el cual se llevó las cartas de los dos faltantes. Iba a seguirlo quería esa carta.
-¡Achus!- estornude para que luego el se diera vuelta. Al parecer se iba a h
acercar.
- Hola, ¿estás perdida?- dijo al verme en medio de la calle. Normal en cierto modo era tarde para que una adolescente estuviera en la calle.
-...- no dije nada estaba buscando una buena escusa pero no la encontré así que... Me tocó improvisar y no de la mejor forma.
Así fue como le di al pelinegro un golpe en la tripa y me lleve las cartas, en realidad sólo quería la de mi madre pero no sabía cuál era, lo único que le quedó al pobre fue un disco.
-Lo siento- dije después de darle el puñetazo y robarle, al final se eso sali corriendo. Pero calles más tarde un coche paro y dentro estaba el del pelo medusa uno que parecía drogado y otro que con el pelo blanco parecía un abuela.
-Mierda - susurre no tenía huida.
-Adentro - dijo el pelo medusa.
-Tres mierdas - conteste , pero al final si me tuve que meter al coche.
Escondí lo mejor que pude las cartas, las investigaría más tarde.
Cuando entre al coche me percate de algo, todos tenían el mismo tatuaje.
-Te gusta el tattoo - dijo el que parecía drogado al ver mi intriga por los tatuajes.
-Apestas a hierva - le respondí para seguir mirando adelante.
-Lo se ¿Quieres?- me preguntó y lo cierto es que era una oferta tentadora por el momento, pues quería olvidarme de todo.
-Sanzu, no le ofrezcas drogas a la chica- dijo el que parecía una anciana.
-callaos un rato- dijo otro sujeto al que no avía visto antes era como el medusa más que tenía el pelo corto.
El resto del camino fue silencioso excepto por parte del peli rosa el cual estaba literalmente en el mundo de yupi.
Cuando al fin llegamos me guiaron a una habitación y estaba cagada de miedo osea ¡ME ACABABAN DE SECUESTRAR!
Pero lo único en lo que preste atención fue en aquella cama tanto así que me dormí.
A la mañana siguiente
Mis ojos se abrieron, cuando entre en cuenta de que estaba en la misma pesadilla de ayer.
-Mierda...- dije al ver el entorno que me rodeaba, después de eso salí de la habitación, ya que me avían secuestrado aprovecharía a desayunar todo lo dulce que encontrará.
Baje y en la cocina no avía nadie aparte de una especie de despensa con ¡DORAYAKIS!
-Dorayakis os amo- decía mientras cogía básicamente todos y me los comía. Después de ese momento de felicidad por aquellos increíble dorayakis alguien entro.
-Hola..- dije en un tono de confusión.
-Buenas... - dijo mirándome fijamente a los ojos.
- ...- ¿por qué miraba tanto mis ojos?
- Tus ojos son iguales a los suyos... - dijo en tono nostálgico.
- ... - ¿se refería a mama?
- Manjiro Sano- dijo para presentarse.
-Dai...- le respondí cuando cai en cuenta SANO ese apellido era mundialmente conocido por ser el dueño de la mafia de Boten.
-Veras Dai... ¿Tu eres hija de Lucy?
-Si...- respondí sorprendida me avían traído aquí por mama.
-Yo estuve con Lucy de manera romántica... Y pienso que podrías ser...-
-¡No! Imposible yo no tengo padre- lo interrumpí.
-Yo no estaría tan segura - dijo mientras sacaba unos papeles los cuales leei. Eran...¡UNAS PRUEBAS DE ADN!
-¡¿QUE MIERDA!? - grite lo más alto que pude, Manjiro sano una de las personas más peligrosas es mi padre.
-No puede ser... No lo eres.- seguí negando.
-Si lo soy y tienes que aceptarlo.
- me volvió a decir.
-No no lo eres- volví a decir segura.
Después de eso hubo un silencio totalmente incómodo. Y se fue, osea como se atrevió.
Volví a la habitación de la que había salido y vi que en la ventana de esta había un árbol completamente escalable osea una fantasía, por lo menos no todo sería malo aquel árbol.
Después de eso una chica tocó mi puerta diciendo que Manjiro me llamaba. Al comentármelo me guió a un despacho donde estaba el Sano.
-Hemos empezado mal - dijo Manjiro cuando al fin salió aquella muchacha.
-Pero enserio quiero llevarme bien contigo...Después de todo soy tu padre- dijo el.
-¡No lo eres!- seguí contestando.
- ¡Tienes que afrontarlo so tu padre y punto, ¡deja de comportarte como una niña! - me dijo el.
-¡Soy una niña! ¿Cual es tu excusa? - replique yo.
-aaag -dijo mientras yo salía de la habitación, hacia lo que parecía una sala común.
-¡Hola! - dijo uno de los sujetos a los cuales vi en el coche .
-Anda el medusa - dije sin ninguna clase de discreción.
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