ONE-SHOT CHLOENETTE

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(Narra-yo)

Marinette estaba sentada en un banco de la Plaza de los Vosgos, mirando a todos lados para ver si al fin Chloe venía. La rubia le había dicho que le tenía que decir algo importante y que quedaban esa misma tarde ahí mismo. Ya llegaba media hora tarde.

Marinette empezó a pensar que tan solo era una broma y que en verdad no iba a venir: ¿qué posibilidades había de que la chica que te gusta, la cual a penas te habla, te invite al parque para decirte algo importante? Lo más probable es que se quería burlar de ella.

Se levantó del banco y empezó a dar vueltas en círculos, mordiéndose las uñas. Estaba tan concentrada en dar las vueltas que no se enteró de que Chloe ya había llegado y la estaba llamando, dándole toquecitos en el hombro. La azabache se giró y se puso roja de golpe. Dejó de dar las vueltas y se quedó viéndola.

-Pe-pensaba que no ibas a venir - tartamudeó aún sonrojada, muy nerviosa.

-Pues sí que vine, solo me estaba retocando el pelo - se lanzó el pelo hacia un lado, se cruzó de brazos y la observó durante un rato. Sus miradas se cruzaron durante unos segundos y Chloe se sonrojó un poco, desviando la mirada -. Ridículo, altamente ridículo... - susurró.

-B-bueno y... que cosa era l-la que tenías tú que... que contarme? - mierda, pensó, creerá que soy una inútil por hablar así de mal. Marinette se ruborizó más de lo que ya estaba y clavó su mirada en el suelo, mientras Chloe la miraba bastante confundida -. Quiero decir, ¿qué tenías qué contarme? - habló bastante deprisa, pero Chloe la llegó a entender.

-Eso... agh, mierda... yo... - la rubia se puso más roja aún -. Nada que te importe - contestó bastante cortante, mientras cerraba los ojos y se daba la vuelta. Se estaba maldiciendo internamente por haber tenido que decir eso. ¿Qué iba a decir, sino? No le salían las palabras.

-Pero... - bajó la cabeza, apenada -. Tú me dijiste que algo tenías que contarme.

-¡Pues ya no! - le gritó a la azabache, alterada -. ¡Eres una inútil, eres ridícula! No me hagas perder el tiempo - a Chloe se le aceleró mucho el corazón y apretó los ojos con más fuerza. ¿Qué mierda acababa de decir?

Marinette quería llorar, sentía como se le caía el alma a los pies. Pues claro, solo era una broma. No debí haberme hecho ilusiones, se dijo a si misma, mientras se le humedecían los ojos. Se dio la vuelta y echó a correr, a la vez que las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos y se resbalaban por sus mejillas.

-Marinette... - Chloe se dio la vuelta y extendió el brazo para alcanzarla y pedirle perdón, pero ella ya se había ido. Apretó los puños con rabia y soltó un pequeño grito de enfado. Se puso las manos a la cabeza, llamándose idiota a si misma por lo que acababa de hacer.

Por otro lado, Marinette seguía corriendo, buscando un lugar a solas.

-Marinette, no es bueno que estés así... - le recordó Tikki, asomando su cabeza por el bolso de la chica -. Hawk Moth podría aprovechar que estás así y akumatizarte.

-Déjame, Tikki - suplicó. En ese momento, Marinette no podía pensar con claridad. Estaba demasiado afectada como para hacerlo.

Buscó un callejón, el primero que viese, para desahogarse ahí. Al encontrarlo, se sentó en la parte más profunda, abrazándose a sus rodillas y llorando como nunca ha llorado. Sabía que Chloe era algo cruel pero, ¿tanto? No podía dejar de llorar. Tikki trató de calmarla, pero no lo consiguió.

En la Mansión Agreste...

Había un hombre, Gabriel, creando diseños en su habitación. Mientras lo estaba haciendo, sintió una energía negativa cerca. Se quedó quieto, dejó de hacer lo que hacía y sonrió. Era hora de akumatizar a una nueva víctima. Entró a su base y se transformó. Dio su discurso de siempre y lanzó un akuma para que vaya a por su víctima. 

Unos minutos antes, en la Plaza de los Vosgos...

Chloe estaba al borde de las lágrimas, mientras se culpaba por lo que había dicho. Su intención era declararse y, en vez de eso, le había hecho daño, mucho daño. Tanto daño que se había ido corriendo, lejos de ahí, lejos de ella.

En su mente, cruzó un pensamiento: Ir a disculparse. Chloe no era una chica que se disculpase normalmente pero, tal vez, si se disculpara Marinette entendería que no lo había hecho queriendo, que en verdad estaba muy arrepentida y que, en verdad, la amaba. Chloe estaba enamorada de la oji-azul desde hacía años, bastantes años, aunque no quería admitirlo y le costó mucho, demasiado, aceptarlo. Ese era el día en el que se iba a armar de valor, pero lo echó todo a perder.

Así que, dispuesta a recuperar a Marinette y disculparse, echó a correr en la dirección por la que se fue la azabache. No tardó demasiado en llegar, un par de minutos, puede. Oyó llantos provenientes de un callejón, así que se acercó a ver. La vio tendida en el suelo, abrazada a sus rodillas, llorando. Tikki se escondió de prisa, en el bolso de Marinette.

-Marinette... - la llamó, corriendo hacia ella.

-¡Vete! - gritó entre lágrimas, levantando la cabeza. Chloe se quedó callada y terminó de acercarse con pasos cortos -. Solo déjame... - susurró.

-Yo...

-¡Calla! No quiero oírte, no quiero, no quiero... - repitió varias veces.

-Pero, Marinette, solo que-...

-¡Te he dicho que te calles la boca, joder! ¿Qué parte de "quiero que me dejes en paz" no has entendido, a ver? - muy enfadada, le gritó, mientras poco a poco dejaba de llorar.

Chloe no sabía que más decirle. Ya era muy tarde, ya le había hecho daño, ella no quería saber nada de Chloe. Se le inundaron los ojos de lágrimas, pero las contuvo y apretó los puños con fuerza, sin rendirse. Quería mostrarle que podía cambiar.

Justo cuando iba a decirle algo, Chloe se fijó en una pequeña mariposa morada, que se acercaba hacia ellas. Reconoció que era un akuma y se alarmó.

-Marinette, tienes que calmarte, hay un...

-Me da igual... - la interrumpió. Chloe estaba desesperada. Así que, cuando el akuma estaba a punto de entrar en contacto con los pendientes de la chica, Chloe se lo impidió, atrapándolo con sus manos.

-Marinette, enserio te lo pido, escúchame - suplicó en su último intento, de rodillas. Marinette la miró con algo de pena y no dijo nada, así que Chloe siguió hablando -. Yo... lo... lo siento, mucho, mucho, perdón, de verdad. Lo que te quería decir antes no era eso, en serio, era... otra cosa, pero, de los nervios, no te lo pude decir y... soy una idiota.

La azabache subió la cabeza y se quedó viéndola. ¿Lo que decía era cierto? ¿O era parte de una broma de mal gusto? Se sintió mucho más calmada en ese momento, pero seguía mirándola con desconfianza.

-No sé si deba creerte - se secó las lágrimas de las mejillas -. ¿Qué es lo que quieres contarme?

Chloe se puso muy nerviosa y empezó a sudar un poco. Cogió aire y la miró fijamente. Se aclaró la garganta para luego decir:

-Me gustas - sintió como sus mejillas empezaban a ponerse rosadas y las de Marinette también. "¿Que acaba de decirme?", Se preguntó a si misma, incapaz de comprender lo que acababa de pasar -. Siento haberte hecho daño - dijo apenada.

Marinette no sabía cómo reaccionar, lo único que se le ocurrió fue lanzarse hacia Chloe y abrazarla. Así que eso fue lo que hizo. Se tiró a sus brazos y Chloe trató de corresponder a su abrazo sin soltar el akuma. Cómo se le hizo imposible, terminó liberándolo y volvió de donde vino, ya que Marinette ya no estaba triste.

-También me gustas - acarició el pelo de la rubia y la siguió abrazando. Chloe sintió su corazón acelerarse repentinamente.

Estuvieron un rato más hablando. Hicieron las paces, se disculparon y acordaron empezar a salir.



Hey! Ya no tengo ideas para seguir el libro, así que cualquier ayuda es aceptada, ¡gracias!






-Kai

Yo también puedo ser una heroína (Chloenette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora