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(Narra-Marinette)

Salí de la tienda enfadada por el comportamiento de Chloé. Había estado horas buscando solo para que ella se compre un collar para ella sola y nos quedemos sin anillos. No me lo puedo creer.
Ando unos pasos por la calle, y siento como me toman del brazo. <<Que me secuestren, pienso, ya da igual>>. La persona que me tomó del brazo me lleva a una esquina y yo no pongo resistencia, a un callejón y me hace cruzar una puerta. Siento como me inyectan algo, y de repetn estoy muy cansada, tanto que me dormiría aquí mismo. Me tiró al suelo y puedo ver, antes de dormirme, la cara de la persona que me ha secuestrado.

(Narra-Chloé)

No debí haberlo hecho. Me sabe muy mal. La amo... Pero no le podía contar la verdad, es... una sorpresa.
Hace un rato que se ha ido por la puerta, diciéndome que me espera para la cena. Antes de ir a casa me daré un paseo por París. Siento que Marinette ahora mismo, lo último que quiere es ver mi cara. Mi estúpida cara. Cuanto me odio.
La he cagado, y mucho. Y que yo admita eso ya es raro. Ella me hace ser diferente, ella me hace cambiar. Pero a veces no puedo controlarme. Al llegar a casa, le pediré perdón. Sé cuanto ama las flores, así que le traeré unas pocas.

(Narra-Marinette)

Me levanté atada a una silla. No entiendo muy bien lo ocurrido. Solo que alguien me tomó del brazo y me trajo aquí. Está oscuro y frío. Echo de menos a Chloé.
Estoy atada de los pies y los brazos. Me duele la cabeza. No puedo ver muy bien con tanta oscuridad, pero me parece que estoy en una salita pequeña. No puedo diferenciar donde hay la puerta, ni recuerdo demasiado bien quien me trajo aquí. Recuesto la cabeza hacia atrás, intentando pensar con claridad.
-Veo que ya despertaste - dice una voz a mi espalda. La voz me suena familiar, pero no sé a quién. Me quedo callada, intentando mirar atrás. No lo consigo -. ¿No vas a preguntar quién soy?
-Déjame verte - consigo decir. No contesta, pero da unos pasos y enciende una luz poco potente, pero que ilumina lo suficientemente bien como para ver enfrente mío.
-Hola, Marinette - se pone enfrente mío y puedo ver quien es. Es Kagami.
-¿Q-q-qué?
-Oh, vamos, no estés nerviosa. Puede que al inicio no quieras, pero sé que lo disfrutarás - dice levantando mi camiseta. Yo me pongo a gritar -. Shhh, no hagas tanto ruido.
Se pone encima mío y empieza a besarme. No puedo hacer nada, así que me limito a llorar y ladear la cabeza. Ella me sostiene con fuerza. Creí que era mi amiga.
-Detente...
-¿Que pare? ¡Si aún ni ha empezado lo bueno!
Grito más fuerte, desesperada por qué alguien nos encuentre. Incluso si es Chloé, aunque estemos un poco peladas. La echo demasiado de menos. Tengo que escapar, pero no sé cómo. Ella de aquí a nada empezará a tocarme. No lo puedo permitir, no quiero. Pero tampoco es que pueda hacer algo.
Empiezan a aporrear la puerta. Me asusto pero a la vez alivio. <<Quizás hayan venido a salvarme>>. Kagami suspira un poco enfadada y hace silencio, me cubre la boca para que no grité, pero le muerdo el dedo y me poco a chillar.
-¡Ayuda, porfavor! - Kagami me abofetea con fuerza y la boca me empieza a sangrar un poco. Igualmente, no me detengo.
-¡Calla! - susurra, pero ya es muy tarde. Han tirado la puerta abajo.

(Narra-Luka)

Ya era por la tarde cuando escuché unos gritos. Estaba andando por un callejón para coger un atajo para mi casa, cuando oí gritos. Venían de una puerta pequeña y desgastada, en una pared blanca manchada que daba la sensación de que pronto se caería a pedazos.
Los gritos no cesaban, así que prové a abrir la puerta. Esta cedió, así que pasé, con pasos silenciosos y lentos. Era un largo pasillo, sin puertas, con varios espejos, algunos rotos, otros que estaban bien. Al fondo del todo había una puertecita, de dónde salían los gritos. Asustado, la empezé a golpear con fuerza. Busqué si tenía armas, y encontré un trozo de vidrio en el suelo. Supongo que servirá, al menos no me enfrontaré desarmado a quien haya ahí.
Escucho como piden ayuda a gritos, así que no lo pienso más y le doy a la puerta con todas mis fuerzas. Esa cede, y se rompe, dejándome entrar.
Por una vanda, está Marinette con sangre en la boca y atada a una silla, llorando. Pero sonríe al verme. Por la otra, está Kagami encima suyo, quejándose y levantándose lentamente. Tiene un poco de sangre de Marinette en su mano. Ella le ha echo todo esto.
-¡Luka! - grita aliviada Marinette, con un filo de voz. Yo estoy rojo de la rabia. Aprieto mis puños y mis dientes muy fuertemente.
-¡Déjala en paz, Kagami! - chillo, desesperado. Ella gruñe y, al ver que tengo una arma, se va despacio. Luego oigo sus pisadas, que corren por el pasillo. La puerta se cierra con un fuerte golpe. Desato a Marinette y ella cae encima mío, rendida.
-Quiero ir a casa...
-Te llevaré, ¿vives cerca? - hace que no con la cabeza -. ¿Crees que me podrás indicar por donde se va?
-Es tarde... No puedo...
-No te fuerces, tranquila. Hoy puedes dormir en mi casa. Pero mañana me tienes que contar lo que ha pasado.
Ella asiente con la cabeza. Yo la llevo hacia mi casa, cargándola en mi espalda.

Y aquí termina este capítulo je je

¿Que os ha parecido? ¿Os ha gustado que Luka y Kagami entren en escena?

Nos leemos 💕




-Kai

Yo también puedo ser una heroína (Chloenette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora