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Así que me armo de valor y me voy a la habitación de Marinette.
Entró cabizbaja y todos callan cuando entro. Se han esperado a que yo llegara para continuar el juego, ya que la botella sigue apuntándome a mi. Roja como un Natha-, digo, un tomate, giro la botella. Se para en Nino y le pregunto muy bajito:
-¿Verdad o reto? - esta vez creo que ni Zoé me ha escuchado. Creo que intuyen que he hablado, porque él contesta:
-Reto, pero no muy difícil.
Me pienso algo divertido para reír un rato y no ser la única que pasará vergüenza esta noche. Así que cuento me decido, digo, y esta vez más alto:
-Imita a un pato hasta que te vuelva a tocar.
-¡Cuack!
Todos hechamos a reír y él parece pasar vergüenza, entre esto, Zoé me susurra:
-Hoy todos pasaremos vergüenza, no vas a ser la única.
Le sonrío y terminamos riendónos al ver como Nino intenta girar la botella imitando a un pato. La botella se para en Zoé y Nino le dice:
-¿Cuak cuak cuak?
-Verdad - dice ella intentando no reírse.
-¿Cuak Cuak, cuakcuak cuuuak?
-¿Traducción? - pregunta Zoé riendo.
-¿Quién te cae mejor de aquí? - contesta Nino.
-Oh, es muy difícil. Os quiero a todos. Pero yo creo que Chloé, porque es mi hermana.
Le doy un abrazo corto y ella me sonríe. Luego gira la botella. Se para en Adrien.
-¿Verdad o reto?
-Reto, pero fácil.
-Te reto a abrirte de piernas y ha hacer el pino.
Adrien se rie y dice:
-¿Piensas que eso es difícil?
-Ah, ya. Se me olvidaba que eres un princeso.
-¿Como me llamaste, Zoé? - dice algo enfadado.
-N-nada. Tu solo haz el reto.
Él acepta y en menos de diez segundos se ha abierto de piernas completamente, cosa que yo no sé hacer. Luego hace el pino no sé ni como, y vuelve a su sitio con una sonrisa triunfal. Zoé no se lo esperaba y se hecha a reír. Luego Adrien gira la botella. Se para en Alya.
-¿Ver-...?
-¡Retooo! Y difícil.
-Bébete una botella de agua de 2 litros entera en el menor tiempo posible.
-Fácil - Alya baja a por una botella de agua y vuelve. Se la empieza a beber como una loca y se la termina en muy poco tiempo.
-A la próxima algo más difícil - dice y gira la botella. Se para en Marinette. Alya sonríe con malicia.
-Oh, no... - susurra la azabache.
-Ya sabes, ¿verdad o reto?
-Verdad, y no te pases...
-¿Te gusta Chloé? - pregunta sin pensárselo.
El corazón casi se me sale del pecho cuando oigo su respuesta:
-Sí...
Las dos estamos rojas y ella se tapa la cara con las manos. Estoy a punto de pedir ir al baño de nuevo, cuando ella se me avanza. Se va de la sala y yo pienso en perseguirla. Antes de que me dé cuenta, me he levantado y estoy yendo hacia el baño, corriendo. Me late el corazón a mil por hora. Ella también me ama.
Corro por el pasillo hasta que la alcanzo, y le grito:
-¡Marinette! - ella se gira para verme y sigue corriendo hacia el baño. Yo soy más rápida que ella y la alcanzó en la puerta.
-Chloé... - dice bajito -. ¿Es verdad que te gusto?
-Sí... ¿También te gusto yo?
-¡Sí! Digo, ¿por qué no me ibas a gustar?
-Por lo mal que te he tratado: te he humillado, insultado, molestado, incordiado. Soy una mala persona.
-Eras. Ya no. La Chloé de antes jamás habría admitido esto. Eres increíble, Chloé. Eres fuerte y valiente, estás cambiando a mejor.
-¿Quieres ser mi novia? - le pregunto sin dudarlo.
-¡Sí! Sí quiero.
Nos besamos ahí mismo, en el pasillo y volvemos a la pijamada. Estoy más feliz que nunca. Los cambios nunca vienen mal.

Puede que la historia termine aquí o la alargue un par de capítulos.
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Gràcias!

Yo también puedo ser una heroína (Chloenette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora