Ella me vuelve loca (Jenlisa)

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Mis hermanas me despiertan la mañana de Navidad colocando a BooBoo y a Pickles en mi pecho. Al principio, al salir de mi estado de sueño, todo lo que siento es la agradable presión de las patas de los gatos sobre mi. Pero luego Pickles intenta poner su trasero sobre mi cara.

"¡Puaj! ¡Vamos!" Grito, tirando de las mantas. Pickles corre como una flecha y se esconde debajo de mi escritorio. BooBoo se queda en la cama, lamiendo sus patas.

"¡Feliz Miaunavidad!" Dice Canny. "¿Crees que vino San Gaticolas?"

"Muy bien, BooBoo, no dejamos que nada nos asuste" dice Jihyo, acariciándolo donde está tendido, en mi almohada extra. "¡Vamos, Lis, es hora de abrir los regalos!"

"No estoy de humor" digo, alejándome de ellas. "Déjenme dormir."

No quiero levantarme y enfrentar el día, no cuando todavía me duele el corazón por lo de anoche, pero mis hermanas prácticamente me arrastran de la cama. Canny me pone un gorro de Papá Noel en la cabeza y las dos me llevan abajo, donde mamá y papá están tomando café con unas pijamas a juego. 

"¿Qué tan lindos nos vemos?" Dice papá, abriendo los brazos para que pueda ver el estampado de elfo en la blusa verde de su pijama. 

"¡Feliz Navidad, cariño!" Dice mamá, envolviéndome en un abrazo. "¿Jennie y tú se divirtieron anoche? ¿La besaste debajo de algún muérdago?"

Mis mejillas se sonrojan, pero no por la razón que piensan.

"Hacen una preciosa pareja" dice papá. "El año que viene también les conseguiremos pijamas a juego".

"¿Podemos parar?" Mi tono es amargo incluso si no quiero que lo sea. Siento que podría llorar en cualquier momento.

"Toma pequeña bribona" dice Jihyo, entregándome una taza de café y una galleta de canela. "Cómelo. No seas tan Grinch".

Abrimos regalos por turnos. Canny jadea ante su primer perfume, un regalo de Jihyo y mío. Mamá chilla por un nuevo sombrero de jardinería que papá escogió. Jihyo literalmente se pone a llorar cuando desenvuelve los gorros tejidos a mano que Canny hizo para Pickles y BooBoo.

Cuando agarro un regalo grande y abultado, mamá se inclina hacia adelante en su sillón. "¡Oh, este es nuestro favorito!"

Rompo el papel para abrirlo para revelar una chaqueta de mezclilla estilo vintage, con botones de cobre y un forro de vellón blanco a lo largo de la parte superior.

"Wow" digo, pasando mi mano sobre él. "Realmente lo ado..."

"¡Dale la vuelta!" Dice papá.

El espaldar está bordado con una pelota de baloncesto animada. En letra cursiva, las palabras: 'Me he recuperado' están bordadas.

"¡Lo hicimos a tu medida!" Mamá dice.

"¿No es lindo, Lisa?" Jihyo dice con una voz que significa: No revientes su burbuja.

Paso los dedos por la escritura bordada. Para mi vergüenza, mi garganta se vuelve más gruesa y mis ojos se llenan de lágrimas. Las lágrimas caen antes de que pueda ocultarlas. 

"¿Lisa?" Mamá dice. "¿Estás bien cariño?"

Se necesita todo lo que tengo de mi para controlarme. No quiero arruinar la mañana de Navidad al admitir que mi recuperación ha sido toda una mentira. Que yo literalmente compré esta confianza por la que me están felicitando.

"Estoy muy conmovida. Gracias."

Mamá y papá se miran el uno al otro. Mis hermanas intercambian una mirada de curiosidad, pero no dicen nada. Obligo una sonrisa y me pongo la chaqueta sobre la camisa del pijama. Encaja casi a la perfección.