Remus tenía que ayudar a su madre, es lo que hace un buen hijo...
Laoise no era mucha cosa, se creía mucha cosa...
¿Qué importaba un poco de tiempo con una niña mimada a cambio de la salud de su madre?
Lástima Rems... No se juega con la emperatriz M...
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❝Tus ojos❞
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Remus sonreía como tonto mientras observaba a la chica que leía en voz alta frente a él, sus ojos azules iban de un lado al otro de la página y sus dedos acariciaban el pergamino con cuidado.
–Así es como el hechizo Aresto Momentum puede hacer más lento el movimiento de un objeto o criatura más no puede detenerlo por completo–Leía la Malfoy.
–Mjm–El castaño apoyó su mejilla en su mano mientras aún sonreía.
–También es capaz de...–La Slytherin dejó de leer–¿Por qué me miras así?–
–¿Así cómo?–Él sonrió cuando ella levantó una ceja–Bueno es que cuando lees te ves tan magnífica, como una criatura inalcanzable–
Esto provocó el primer sonrojo en la vida de Laoise Malfoy, nadie había logrado eso porque siempre le dijeron que los alagos eran algo que ella merece al ser una Malfoy Perfecto, como la llama su padre, pero escucharse llamar inalcanzable por Remus Lupin pareció conmoverla.
–Te ves tan bonita así, pareces una manzana–Alagó el castaño enternecido–Vamos a ver...–El puso una mueca de concentración–Tus ojos brillan como diamantes azules–
–¿Qué haces?–Preguntó la chica cuando lo vio acercándose.
–Trato de encontrar algún desperfecto en ti, lo que sea, pero no veo nada–
Ella se seguía sonrojando cada vez más, se preguntó si esa bonita sensación de mariposas en su estómago la sentían todos los que eran alagados o solo ella.
–Me gusta verte sonrojada–Confesó el Lupin sin dejar de sonreír.
–No me gusta que me provoques sonrojos–La chica se ocultó tras su libro.
–Vamos Laoise...–Él apareció sobre su libro con una gran sonrisa tierna–Déjame verte ¿Si?–
–¿Qué no estábamos estudiando para el proyecto de encantamientos?–Cuestionó la rubia.
