4. Bonita Letra

106 17 21
                                    

- ¿Cuál es el plan?- Preguntó Hoseok tirándole gotitas de agua al rostro.

Era sábado por la tarde cuando, uno al lado del otro, caminaban por la acera frente a la casa de Min Yoongi. La casa se encontraba vacía y oscura, los Min habían salido por la mañana y no volvían aún, dándole a TaeHyung el tiempo ideal para cometer su atroz crimen.

Puntos positivos, no tenían mascotas en casa y la ventana del joven Yoongi nunca estaba cerrada. Puntos negativos, ninguno de los dos tenía la suficiente habilidad para escalar al segundo piso sin morir en el intento.

- Este es el plan.

- ¿Un niño de quince años? - Detrás de TaeHyung se encontraba un joven pelinegro con ojos grandes y labios finos esperando a ser presentado.- ¿Lo vamos a tirar por la ventana, o cómo?

- Él es mi primo, Jungkook, ratero del lado sur. Tiene conocimiento sobre invasión a propiedad privada y cero antecedentes penales por si nos pillan.- El nombrado sonrió divertido mientras golpeaba el brazo izquierdo de Tae.

Hoseok lo miró en silencio por un momento hasta simplemente ignorar todo lo anterior, él, al ser de clase alta, prefirió fingir demencia. Jungkook pensó que Hoseok era grosero así que también lo ignoró y empezó a trepar por un árbol hacía la ventana de la víctima.

- No es ratero de verdad, solo hace eso de escalar profesionalmente.- TaeHyung comentó cuando vió a su primo saludar desde adentro de la casa.- Por favor no denuncies a nadie.

- Ya te dije que fingiré demencia, si nos atrapan diré que son matones y me extorsionaban por mi dinero.- Hoseok lo miró de reojo.- ¿Sabes dónde está ese diario?

- No, pero lo encontrará. No creo que tenga muchos cuadernos a los que les llamé diario.

-¡Ya!- Jungkook gritó desde lo alto balanceando en sus manos el cuaderno de tapa dura marrón.- No me vas a creer-

- ¿Qué, qué pasa?

- A tu amorcito le gustan las rosas, tiene un montón secas colgando de un adorno raro. Le voy a tomar una foto, espera.

Hoseok miraba el cielo como si no supiera del robo que andaban cometiendo cuando de repente volteó hacia la calle, doblando una esquina el auto de la familia Min se acercaba a una velocidad intergalactica.

El color rosita de sus mejillas bajaron a sus bolas cuando tironeo del brazo de su amigo y con un pequeño grito ahogado lo llevó corriendo en dirección contraria al auto.

- ¿Qué pasa? - Alcanzó a preguntar el castaño intentando soltar su agarre y viendo de reojo a su primo saltar de la ventana más alto de lo que debería y rodar por el suelo con el cuaderno oculto en su estómago.- Jungkook recién está saliendo.

- Yoongi viene. - Susurró desesperado haciendo señales con su otra mano al menor quien comprendió la situación y escapó incluso más rápido que el par mayor. Tae finalmente se dió cuenta de la situación y con mucho esfuerzo lograron alcanzar a su primo.

Corrieron por varias cuadras sin mirar atrás, agarrados de las manos los tres jóvenes tenían el miedo y la estupidez tatuadas en la frente, un sentimiento más fuerte que la amistad los unía, el miedo.

- ¿Dónde, adónde?- Repetia Jungkook parándose a respirar profundamente en la esquina de un parque.

- Nadie nos sigue, Hoseok, vamos a tu casa.- Sugirió Tae con el diario en las manos y una mirada suplicante.

- Bien, vamos antes de que empiece a hiperventilar.

Y así, con un Hoseok morado se dirigieron hacia la zona norte, al barrio fino del pituco del trío o como Jung decía, a la zona decente. Entraron a la gran casa con la tarjeta de acceso de la puerta principal y atravesaron el jardín lleno de bellas flores hasta la entrada.

¿Ese es mi diario, digo, libreta? [TaeGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora