Tokyo, 2012.
Los miembros de la Organización Toman o Tokyo Manji Gang, estaban en un bar, habían ganado un trato gracias a Hajime y Hanemiya en el que ganaron mucho dinero, así que fueron a festejar, y, a regañadientes, su jefe había aceptado ir con ellos.
La noche estaba aceptable para el 'gran' Mikey, aunque no tenía ganas de hacer mucho, solo había ido para poder beber un poco, Sanzu, el cual jamás se despegaba de el, decidió alejarse hacia la barra de bebidas para buscar algo para su Jefe, dejandolo solo, ya que los demás miembros de Toman se habían dispersado por el salón.
— hola ¿Te gustaría divertirte? — se hacerco una mujer con un vestido corto, y con un gran escote
— largo — hablo sin nisiquera mirarla Mikey
La chica se sintió ofendida por la forma en la que le hablo, y se fue molesta. Manjiro se quedó observando a su alrededor, Sanzu ya se había tardado, Mikey se levantó molesto para buscarlo, cuando lo encontró, este se encontraba coqueteando con una chica, al parecer, ya ebrio, y posiblemente drogado.
— tsk, maldita sea, como de costumbre
Mikey salió molesto del lugar, no pensaba actuar como niñera de sus subordinados esa noche, estaba cansado, y no eran niños, asique salió, y cuando lo hizo se detuvo un momento cerca de un callejón. Cuando escucho la voz de una mujer, estaba pensando ignorarlo, hasta que oyo a la mujer gritar. Mikey no pudo evitarlo, odiaba ese tipo de actitudes. Así que, tranquilo y sereno, camino hacia donde estaban los dos.
— ¡Sueltame! — grito la mujer, cuando Sano llegó, vio como un hombre más grande que el la tenía contra la pared sujetando sus manos, y le levantaba el vestido.
Derrepente, la joven abrió los ojos soprendida viendo como el hombre era lanzado a un lado, quedando inconsciente en el suelo, ella miró al joven frente a ella. Era un chico alto, vio como se le acercaba, hasta llegar a ella, agachó levemente su cabeza, levantó su mano, y la colocó en la parte de atrás de la cabeza de ella agarrando su cabello rubio, y la acercó más a él, la chica solo lo observaba fijamente.
Sus ojos negros se posaban en los ojos marrones de ella, y hablo.
— Ahora me debes una.
Estaba tan serio que ella solo se quedaba en silenció. Pero el solto una leve risa y hablo sonriente.
— Es broma. No te preocupes.
La soltó y se paró bien, pues ella estaba contra la pared, y se dio vuelta para irse, cuando ella lo detuvo.
— Espera!... al menos... déjame invitarte algo. Me ayudaste...
Sus intenciones no parecían malvadas, o interesadas, asique, Mikey accedió, y ambos, se fueron a un Bar juntos.
— ¿cómo te llamas?
Pregunto ella mientras se sentaba en la barra junto a el.
— Manjiro, ¿y tú?
— Hitomi, te ves joven, ¿qué edad tienes?
— tengo 22.
— oh, yo tengo 21.
— entiendo... por cierto, ¿cómo terminaste en ese callejón? No es un lugar al que una chica valla casualmente.
— ah, eso... - ella soltó un suspiro — yo, estaba buscando trabajo como mesera en alguno de estos lugares, pero ese hombre, al que golpeaste, era un Proxeneta, y me quiso dar "trabajo", a lo cual, yo me negué, y bueno, mucha gente de aquí no entiende lo que es No. Pero dime, ¿por qué un chico tan lindo y educado esta en estos lugares?