10 AM, la luz que ingresa por el ventanal comenzó a acariciar el pie de la cama. Keitaro abrió grande sus ojos, pues ya se había pasado la hora que le tocaba comer, comenzó a mover sus pies para mostrar su incomodidad, pero al ver que nadie le prestó atención comenzo a llorar. Su llanto despertó a todos en la habitación en un sobresalto.
— Kei, mi bebé... Perdón, perdón me quedé dormida.
Emma lo toma entre sus brazos y Draken la ayuda a prepararse para poder amamantar a su bebé. Mikey se estiró y mientras bostezaba miro a su alrededor, su brazo se le había entumecido y dirijio su mirada a su pequeña Nozomi; ella dormía placidamente aferrada a la campera de Kazutora, hasta podía ver una tenue sonrisita en su rostro.
— Emma. ¿Debería despertar a Nozomi para que coma ella también?
Draken se sobresaltó y se apresuro a responder.
— No!. No deberías... Es que... Es mejor que duerma un poco más.
Su mujer lo mira extrañada, pero no dice nada.
— Esta bien... Bebé duermes mucho, ehh... — comento Mikey mientras veía a su pequeña.
Dos horas transcurrieron hasta que la pequeña Hana desperto, se estiró desarmando el capullo en el que se encontraba para colocarse de lado y comenzó a mordisquiar el pliegue del cuello de la campera, con una de sus manitas se tomó uno se sus piesitos. Mientras se queja de una manera tierna, como si quisiera decir algo.
Los tres se quedan mirándola con temor de decir algo y que la pequeña comienze a llorar, Emma le hace una seña a su marido para irse, después de todo Draken debe ir a trabajar y tienen otras responsabilidades que atender, ambos se despiden silenciosamente.
Nuevamente Manjiro y su bebé quedaron a solas, el la revisa para ver si ya debe cambiarla, y se da cuenta por el dibujito de su pañal que ella había sido cambiada anteriormente, iba a llamar a Emma por si ella lo había echó pero repentinamente la pequeña Sano comenzó a llorar y patalear.
— No, Nozomi no llores, ya casi terminó... Una tirita más y terminamos... Ya, ya... Ahhh Carajo!
Exclamó al golpear accidentalmente el talquito para bebé y que callera el polvo blanco que se esparció rápidamente sobre el cambiador y se deslizó al suelo. La pequeña pegó un grito que dejó sordo al joven, ahora llora con intencidad. Era obvia la derrota del Sano.
— No sirvo para estás cosas... Perdón pequeña, te asusté. No pasa nada, ya estamos bien...
La toma en sus brazos y la amaca mientras la shushea, pero eso no la calma y la niña continuo llorando.
Derrepente recibe un mensaje a su teléfono que estaba en el bolsillo de su pantalón, el lo saca con una mano mientras aún trata de calmar a su bebé con la otra. En primer plano del Celular aparece un cartel de un mensaje que dice: 'Señor, el Jefe Hanemiya acaba de llegar'.
Mikey primero no le presta atención y sigue amacando a su bebé en brazos mientras caminaba por la habitación hasta que presto especial atención al desorden a su alrededor.
— Mierda...
Mira a Nozomi que sigue llorando, y suelta un suspiro.
Trata de no pensar en el desastre que es la habitación en ese momento y solo intenta calmar a su bebé.
Hasta que se escucha que la puerta es abierta, Manjiro se da vuelta para ver a quién entraba mientras la bebé llora.
Mikey hizo una mueca al ver al de mechas. Pero por su parte, la bebé al darse cuenta de su presencia, aún llorando, estiró sus brazos hacia el. Manjiro quería enterrarse vivo, sin embargo, solo vio como Kazutora estiraba sus brazos para recibir a la pequeña, y el no tuvo más opción que acercarse y dársela no sin antes mostrar su disgusto al chasquear su lengua.