👹𝚇𝚒𝚊𝚘 - #1

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"NARRADO EN SEGUNDA PERSONA

Situación:- tu primer encuentro con el último Yakasha de Liuye

" Sería bantante peculiar... Aunque emocionante "

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Caminabas por aquel valle de la nación del arcónte geo mientras tu larga y esponjosa cola de Fennec se movía de lado a lado con cierta emoción que se podría notar a kilómetros, era tu primer viaje fuera de Sumeru para comercializar el vino que tú misma hacías desde que la Reina Menor Kusanali te había otorgado tu visión Dendro, te habías vuelto una de las mejores productoras de vino en tu región y por fin después de rogarle mucho a tu sobreprotector hermano gemelo, pudiste viajar a Mondstadt para comercializar, claro, era un viaje bastante largo así que pensaste quedarte en una posada en Liuye esa noche para seguir con tu camino al día siguiente aunque era lo que menos importaba en este momento tu emoción era el único sentimiento que podías sentir en ese mismo instante, tanto así que no te habías dado cuenta en que lugar estabas.

— creo que- ay por los arcóntes ¿donde estoy?

Miraste a tu alrededor notando que estabas rodeada de unas montañas, volteas te a ver un pequeño estanque y algunos Hilichurls en este, paraste un momento tratando de recordar en el mapa algo de este lugar, pero tu cabeza había quedado bloqueada presa del pánico, tomaste un poco de aire muestras seguías caminando, después de todo encontrarías el camino hacia la posada rápidamente ¿verdad?, pensaste tratando de calmarte a ti misma,pero rápidamente esa tranquilidad fue rota al ver frente a ti un guardián de las ruinas que te tenía en la mira, tu cara paledecio rápidamente al ver que empezaba a dar golpes en el aire los cuales con mucha dificultad esquivaste, no eras muy buena en las peleas ta que normalmente siempre estabas en tu viñedo o con tu hermano ayudándolo con sus investigaciones por eso la pelea no era lo tuyo, esta vez estabas en problemas, de tu mano sacaste tu catalizador tratando de ganar algo de tiempo para lograr huir lo mas rápido que podías, pero fue en vano en cuento este empezó a girar dándote varios golpes lanzandote lejos haciendo que te estamparas contra la pared, relamnete estabas débil y podías sentir algo de sangre caer por tu frente ¿era este tu fin? Tu primer y último viaje fuera de Sumeru, simplemente habías perdido cualquier esperanza miemtras tu vista se nublaba por el cansancio, pero derrepente, como si de un sueño se tratara sentiste una suave brisa acariciar tus mejillas mientras dislumbrabas un chico de cabello azulado con una lanza de color jade aunque no pudiste ver su rostro porque tiempo después te desmayaste.

Cuando finalmente abriste tus ojos estabas en una habitación ¿como llegaste aquí? ¿No te habías desmayado? No entendías nada de lo que pasaba a tu alrededor así que simplemente te sentaste en aquella cama tratando de adivinar en donde estabas, miraste la ventana viendo aquella llanura tarta di de adivinar donde estábamos pero nuevamente fuiste sacada de tus pensamientos al escuchar la puesta abrirse dejando ver a una mujer joven de cabello castaño y ropas extrañas.

gracias al Rey geo, despertaste

— ¿en donde estoy...? ¿Que hago aquí?

de verdad tenias mucha preguntas, pero esas dos eran las que más giraban en tu cabeza.

— oh, lo lamento, estás en la posada wangshu relamnete estabas herida

— oh... Así que esta es la posada, pero ¿como llegué?

Aquella mujer de cabellos castaños de nombre Verr que por supuesto  era la jefa de la posada te explicó pacientemente que te había trudo un adeptus que vivía en aquella posada aunque habia desaparecido en cuanto te dejó en aquella posada, escuchaste casa palabra con mucha atención ¿de verdad los adeptus existían? Toda tu vida creíste que sólo eran historias que los padres de Liuye les contaban a sus hijos antes de dormir, pero no era así, eran reales y uno de ellos te había salvado.

— ya veo... Me gustaría agradecerle...

— Xiao no suele hablar con la personas -así que ese era su nombre- pero puedes llevarle un poco de con almendras, es su plato favorito, le diré al sonriente yanxiao que te prepare un poco, así podrás llevárselo a la terraza si así deseas..

— ¡Si, muchas gracias señorita Verr!

Hablaste con una emoción notoria, bajaste a la cocina de aquella posada aún adolorida, pero quería darle aquel postre al adeptus que te había salvado, era lo mínimo que podías hacer por el, observaste atenta su preparación por el cocinero enojon, después de todo era la primera vez que veías aquel platillo, aunque claramente no pudiste quedarte sin hacer nada, después de todo tu creas vino, experimentar con los sabores es lo tuyo, decidiste adivinar a la salsa de almendra unos pétalos molidos de la rosa de Sumeru que tenías en tu bolsillo dándole un toque más suave al tofu, estaba exquisito.

Ya después de un rato subiste lentamente a aquella terraza tratando de observar si aquel chico estaba allí, pero no viste nada, suspiraste levemente para tomar las suficientes fuerzas para llamar al nombre de aquel chico, bajaste tus largas orejas nerviosa muestras tu coña se movía de lado a lado ¿estabas segura de lo que hacías? ¿Y si se molestaba? Aún así no había marcha atrás.

Adeptus... Xiao

Porfin pronunciarse su nombre en un tono bajo pensando que no lo escucharía, pero, si que lo hizo, sentirte una gran rafa a de viento bastante fuerte, volteaste a ver encontrandote con la mirada dorada penetrante de aquel chico de cabello azulado bastante oscuro y sus brazos cruazos, te miraba fijamente lo que te hizo dar un escalofrío que recorría tu espalda.

— ¿pasa algo...? - hablo con una voz fría y cortante -

— y-yo... B-bueno

Las frases se trababan en tu garganta ante la penetrante presencia de aquel adeptus, daba bastante miedo, pero no te aterraba, no, el sentimiento que tenías era más el nerviosismo de estar ante aquel ser, no querías faltarle al respeto. Tomaste aire nuevamente extendiendo aquel plato con el postre dulce miestras aún estabas completamente nerviosa, realmente tenías que no le gustara.

¡Soy T/n y soy de Sumeru! ¡Quería agradecerte por haberme salvado antes! ¡No quería ser una molestia, adeptus Xiao!

... ¿Demasiado formal?

— no es necesario que me agradeciera, era mi deber -nuevamente, ese tono frio- pero aceptaré tu ofrenda, no es como si pudiera rechazarla

El adeptus tomó aquel plato probando un poco de este haciendo que su expresión cambiará rápidamente, tus nervios estaban por las nubes ¿no le había gustado? Demonio, fue mala idea adicionarle esos pétalos.

¿pasa... Pasa algo?

— el sabor... Es diferente

— ¿sabe mal? De verdad lo siento, adicione algo fuera de la receta-

— Sabe bien

Al escuchar esas palabras tus ojos se iluminaron rápidamente ¡le había gustado! ¡Realmente le había gustado! El adeptus terminó aquel plato sin decir ninguna palabra, realmente estabas feliz y era evidente al ver tus orejas rectas y tu copa moviéndose de lado a lado con emoción.

— bien, terminé, gracias supongo

— ¡no es nada! ¡Y nuevamente gracias por haberme ayudado! Sin ti, hubiera muerto

— como ya te dije, es mi deber proteger a los humanos por su fragilidad... Si no tienes nada más que decirme, debo seguir con mi deber.

Tan rápido como apareció, el adeptus nuevamente desapareció ante tus ojos, realmente era frío y bastante cortante, pro en vez de molestarte sonreiste levemente, aunque su conversación no fue larga realmente sabias que volverías a ver a aquel adeptus en tu próximo viaje a Liyue y claro, prepararle algo de ese tofu con sabor extraño que le había gustado.

Genshin impact - Reader  One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora