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—Tienes prohibido salir al mundo humano durante estos dias.

—¿Por qué?— Yeosang se vió sorprendido con la prohibicion de Seonghwa.

Su mirada seria hacia el alado bastó para intimidarlo.

—Porque lo digo yo y asi lo decidí— Tras sentenciarlo, se levantó y marchó, dejandolo solo.

Yeosang no habia hecho nada malo para esa decision, ademas le gustaba ir al mundo humano y pasar algunas horas con San.

Tras tomar su teléfono, marcó al numero de San y este no tardó en contestar.

—Yeosang. ¿Ya estas en la plaza pública?

—No podré ir hoy, ni estos días. Mi padre me prohibió salir de aquí— Comentó con la voz desganada y aburrida.

—Pero él no puede prohibirte salir, no eres de su propiedad, ni eres un niño.

—Pero ya lo hizo. Quizá está preocupado porque se enteró lo que pasó el dia que fuimos a la fiesta— Supuso Yeosang.

—Como sea. Si veo a Hongjoong, le haré saber esto, igualmente te estaré llamando cuando pueda ¿esta bien?

—Si.

🌬

El alado pelirosa inspeccionaba el túnel que usaban los demonios que tenian a Yeosang.

—Deberías dejar de buscar. Es inútil.

El alado se puso a la defensiva tras oir la voz de uno de esos seres del averno. Tras encararlo, reconoció esos cabellos verdosos y la mirada engreída. A ese demonio lo conocían como Leedo, el guardián de la gran entrada al mundo oscuro.

Pero que afortunado.

—Yo no busco. Yo rastreo y hallo— Respondió el alado.

El ser guardían se apoyó en la pared, mientras lo veía con un gesto divertido.

—Es muy atrevido de tu parte, husmear en una zona dominada por nosotros y mas cuando te observamos atentos.

—Comprendo, aunque soy bueno ignorando las miradas y soy mucho mas bueno exterminando seres como tú.

Leedo estaba a punto de responder, pero algo captó su atencion, por su reaccion el alado dedujo que debia retornar a su puesto y eso es lo que buscaba él.

—Debo marcharme, pero tú diviertete con esas miradas que ignoras— Tras ese comentario, él avanzó internandose al túnel.

El pelirosa extendió las alas, dispuesto a seguirlo y hallar la entrada que todo alado buscó descubrir por siglos. Aunque de entre la oscuridad surgieron varios seres de apariencia grotesca que se arremolinaron para atacarlo.

Hwan luchó contra ellos, aunque su principal objetivo era seguir al guardían y no se detuvo en su intento.

🦋

Una semana.

Yeosang estuvo encerrado por una semana y ya estaba hastiado de seguir ahi. Nada de lo que tenia en su habitacion conseguia distraerlo, ya nada tenia su interés.

Nisiquiera recuerda la cantidad de veces que llamó a San, de contarle de su aburrimiento y que ansiaba verlo. Sus manos marcaron otra vez al humano que seguramente estaba ocupado.

—Yeosang— Contestó San.

—Me siento solo— Fue lo primero que dijo el alado.

—Habla con tu padre y pídele salir— San no hallaba otra forma de consuelo.

Alas Rojas | SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora