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Tras el atardecer, la noche se tornó en melancólica por algun motivo. A Hongjoong le vino a la mente el recuerdo de Yeosang. Era cierto que estaba en la misma ciudad, aunque en el otro extremo, pero aun debia contactar con un par de alados mas.

Pero el sentimiento de necesidad por ir con su hijo era muy intenso. Su mirada fue hacia el cielo oscuro que dejaba brillar a una infinidad de estrellas.

El paso estrepitoso de unas alas, lo alejó de su melancolía, pues unas plumas manchadas de sangre cayeron de arriba.

Se impulsó en busca de saber lo que ocurría. En una de las azoteas de un edificio, halló a Hwanwoong tirado y apenas recuperando el aliento.

—¡¿Qué te pasó?!— Lo ayudó a enderezarse.

—Tuve un encuentro no muy grato con unos demonios que trataron de acabar conmigo. Los dejé atras porque mi objetivo era el guardían, pero fueron muy persistentes y me hallaron... hasta ahora es que finalmente me deshice de ellos— Explicó agotado.

—Pero creí que ya te habias marchado tras el dracul.

—Esos demonios estuvieron siguiendome desde hace diez dias. Los dejaba atras y cuando pretendía seguir las ordenes que me dieron, estos aparecian y me obligaban a luchar, y cuando sabia que no podria contra todos ellos, volvía a alejarme y eaconderme, pero siempre me encontraban.

—Asi que no pudiste cumplir con la mision que te encomendaron.

—No. Pero si lo sentí hoy. No pude ir tras el, pero sentí su presencia de una forma mas intensa, hasta parecía que no le importaba dejar sus rastros... esta cazando— El pelirosa perdió la magnifica oportunidad, pero nada pudo hacer al ser perseguido a donde fuera.

Hongjoong habría dejado el asunto ahi, pero la opresion en su pecho incrementaba.

—¿Qué crees que podria estar cazando?— Temió preguntar.

—Un humano no habria desatado su voracidad como lo sentí, asi que era algo mas.

—¿Como un alado blanco?— Cuestionó Hongjoong casi temblando.

—Un alado sabría sentirlo y sería capaz de defenderse, al menos para huir a tiempo— Le recordó el pelirosa, pues todos los alados que venían, estaban entrenados para defenderse.

—Pero hay uno que no cumple esa regla. ¡Cielos!— Hongjoong liberó sus alas y se impulsó lo mas rápido que pudo.

Tenía un mal presentimiento... su corazon dolía.

🌬

—Ya vamos llegando ¿Qué tal le fué allá?

—¿No está con el humano?. Si, lo buscaremos por esta zona.

El dracul oyó una voz que al parecer se comunicaba con alguien mas. Ese sujeto ademas subía los escalones acompañado de otro mas. Ambos eran demonios. No solo eso, habian otros tres merodeando cerca.

Maldijo por ser interrumpido en el mejor momento, pero no se arriesgaría a confrontar a un grupo de demonios. Soltó al muchacho que estaba a poco de dejar de respirar, aunque aun ansiaba beber mas de esa sangre afrodisiaca que lo llenaba de vitalidad. Woken se irguió, teniendo aun la boca manchada que bajaba hasta su cuello.

En el momento que sintió la puerta abriendose, él rompió los cristales de la ventana y huyó veloz.

Yunho fue el primero en ingresar al departamento oscuro, pero pudo reconocer al ser que escapó cobardemente de ellos. Junto a Wooyoung, se adentraron hasta reconocer en el suelo al alado.

Ambos se vieron entre si, sorprendidos por el estado de Yeosang y el rastro de lo que ahi habia ocurrido.

—Su corazon aun late, pero es débil— Susurró el alto.

Alas Rojas | SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora