Capítulo 15

394 40 20
                                    

Era Sabado, un día cualquiera para muchos, pero no lo era para Emilio, pues es justo el día en que su pequeña hija Estefanía cumple 7 añitos.

¿Ya casi llegas? — Preguntó Alejandra, al otro lado de la línea.

Casi. Primero debo pasar por alguien — Respondió Emilio.

Uuh, ¿tienes un ligue? — Cuestiona con cierta emoción en su voz.

Emilio ríe —Algo así.

— Wow, ya era hora — El rizado pudo escuchar cómo festejaba la joven con emoción.

Ambos rien — ¿Cómo está mi princesa?

— Bien preciosa, el vestido que le compré le queda hermoso.

— Claro que sí, si es mi hija.

— ¡Oye!, Estefy se parece más a mí — reclama Ale.

Sueñas, tiene mis ojos y mi sonrisa — presume Emilio.—Oh, debo dejarte, nos vemos en unos minutos para ayudarte a decorar.

— Adiós, nos vemos.

Y dicho eso último, colgó.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Se estacionó debidamente frente a la casa del rubio, pues había quedado en ayudarle a decorar y sentarse con él en la fiesta, y a decir verdad le preocupaba un poco el que dirán las madres de los compañeros de Estefy, pues éstas iban a estar con sus hijos en la fiesta.

Joaquín salió deslumbrante; con una camisa de botones con cuello en forma de "V" color rosa, un pantalon negro ajustado y unos zapatos que combinanaban con su camisa, una cadena dorada sencilla, pero brillante, un reloj del mismo color que su cadena y el toque final eran unos lentes de vista rosados. Emilio bajó del auto para saludar a su...¿amigo?, lo primero que hizo fué plantarle un beso en los labios y pudo saborear el sabor a cereza del bálsamo del chico, mientras le acariciaba su cintura. Al separarse vió que traía sus pestañas maquilladas y su pelo rizado. Definitivamente el chico más perfecto que había visto, pensó.

— Bebé te ves precioso — dijo aún sin quitar sus manos de la cintura del rubio.

Joaquín sonrió dulcemente — Gracias, tú también luces guapisimo — halagó, dándole un corto beso.

Emilio bajó su vista — Esos pantalones se te ven demasiado bien, no quiero que las señoras te miren — dijo pagándolo más a él.

— Tranquilo, ellas saben que soy gay. A parte nunca voltearía a ver a alguien más teniéndote a tí — decía a la vez que se acercaba más al rostro del rizado.

Sus respiraciones se mezclaron aún más y dieron inició a un beso más intenso, con lenguas presentes. Hasta que un pitido de un auto seguido de unos insultos se hicieron presentes.

One Night // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora