Emilio tiene una pequeña hija de 6 años, de la cuál comparte custodia con la madre.
¿Qué pasará cuándo en una noche loca, Emilio se acuesta con un joven que conoció en un bar
Ó peor aún.......
¿Qué pasará cuándo sepa que ese joven es nada más y nada...
Cuándo Emilio subió al cuarto de su hija la escena le sorprendió bastante.
Estefanía estaba llorando. Llorando mucho.
Al rizado le impactó mucho, él jamás le dijo que la homosexualidad estaba mal cómo para que ella llore de tal manera. ¿Acaso sus compañeros decían cosas malas acerca de eso?¿Alejandra tal vez?
Sacándose sus pensamientos avanzó hasta sentarse al borde de la cama de la pequeña y le acarició la espalda, pues ella estaba boca abajo.
— Estefy...
La niña sólo lloraba.
— Estefy mírame, papá quiere hablar contigo-
— ¡No! — gritó, y después... siguió llorando.
— Estefy por favor.
— N-no me hables más — dijo sin más la niña.
— Cariño, ¿estás así porque me besé con un hombre? — preguntó viendo cómo la niña se volteaba.
Su carita estaba roja y sus ojos hinchados. La niña se acomodó sentándose en su propia cama y miró a su papá sin saber que decir — yo no quiero que seas gay — confesó haciendo un puchero.
A Emilio le sorprendió lo dicho — ¿Porqué?, amor.
— En mi salón los niños se burlan porque la mamá de Patricia le dijo que el señor Bondoni es gay... y ellos dicen que eso está mal, y hablan mal del maestro a sus espaldas — explicó.
El rizado asimiló el pensamiento tan errático que tenían los niños pequeños de la edad de su hija, quién también estaba mal influenciada.
— Oh...— Emilio tomó la mano de su hija entre las suyas — Estefy eso no está mal, es amor al final de cuentas. No está mal querer a alguien, y tampoco debe importar si es un hombre ó mujer, todo es completamente aceptable de igual manera. Tú debes de entenderlo, así cómo yo quise a tu mami puedo querer al señor Bondoni, no cambia nada.
— Pero eso no es normal, papá.
— Lo es hija, no tiene porqué no serlo. Dos hombres queriéndose de manera amorosa no es nada del otro mundo amor, tampoco es motivo de burla. Tienes que respetar a todos sin importar sus preferencias cariño. Yo no te eduqué para que andes diciendo esas cosas que dicen tus compañeros.
La niña pareció meditar la situación detenidamente. Emilio trató de ser lo más claro posible, pues no quería que su hija pensara de esa manera.
— Entonces...— habló por fin, Estefanía — ¿Tú y el señor Bondoni son novios, se van a casar y tener más hijos?
Emilio rió levemente — biológicamente no podemos tener hijos juntos, pero se puede adoptar. Aunque yo te tengo a tí y no quiero más — admitió para después abrazar a su hija y comenzar a hacerle cosquillas, provocando su risa.
— Perdón por lo que dije papá, prometo no volver a pensar así— dijo al cabo de unos minutos.
— ¡Esa es mi chica! — celebró dándole un beso en la mejilla, beso que la niña le devolvió — voy a llamar a Ely para decirle de salir con Leidy y Joaquín. — dijo más para sí mismo.
— ¿Leidy?
— Es... la pareja de la tía Ely.
— ¿Puedo salir con ustedes? Por fis papi — pidió haciendo ojitos.
— Sabes que sí, ahora le hablaré a Ely.
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