Miedos y Manías | Parte 1

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MIEDOS Y MANÍAS | PARTE 1 [1]

Te he buscado en las miradas perdidas, he intentado sentir lo mismo por otra persona, he buscado en cada rincón de mis recuerdos el sonido de tu voz. He intentado sacarte de mi mente amando a otro, quise sacarte de mí deshaciendo cada una de tus cartas, borrando cada una de las canciones que me dedicaste. He intentado buscarte en otra piel, quise sentirte en otra persona, he recorrido cada uno de los lugares donde solíamos vernos... todo con tal de sentirte cerca una vez más.

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MIEDOS Y MANÍAS | PARTE 1 [2]

Esa sensación de importarle a alguien,

ese extraño sentimiento que provoca dentro de ti,

las heridas que cicatrizan con sus palabras,

el roce de sus manos que se entrelazan con las tuyas.

Esa sensación de paz al escuchar su voz,

la sonrisa que te provoca en cada encuentro,

ese toque de locura que le hacía falta a tu vida,

esa mirada que te dice lo que siente.

Esas ganas de querer alejarte de ese sentimiento,

el miedo de sentir algo que no querías,

ese intento de querer ser feliz,

esas dudas que te invaden.

Esa manía de alejarte cada vez que alguien intenta acercarse a ti.

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MIEDOS Y MANÍAS | PARTE 1 [3]

La sensación inexplicable de querer pasar a más,

de querer dejarte llevar por lo que sientes,

superar tu miedo a amar

y de no dejar escapar ese sentimiento.

El sentimiento nuevo

que hace que te sientas diferente,

te hace sentir más vivo

y te provoca una extraña sensación de felicidad.

La felicidad repentina

cuando escuchas su voz,

está contigo en todo momento

y sus abrazos te acompañan en las noches de melancolía.

Las noches de melancolía

donde una canción describe cómo te sientes,

te aferras a tu pasado

y quieres huir de ese sentimiento con tal de no salir lastimado.

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MIEDOS Y MANÍAS | PARTE 1 [4]

Ahí donde estás, es como si te fueras todo el tiempo. Estás sin estar, te vas sin irte, te quedas sin motivo, te alejas porque sí.

Es siempre en el mismo lugar, donde permaneces sin importar cuánto tiempo haya pasado desde el último adiós.

Ahí, donde ese "para siempre" parecía eterno, donde las promesas no llegan a cumplirse, donde los instantes vividos ya no significan nada.

Después de todo, lo vivido, lo soñado, lo anhelado y lo que no fue, ya no vale nada.

¿De qué sirve vivir de los recuerdos? Estoy muriendo poco a poco, mi pasado me atormenta, tu mirada no se va de mis pensamientos... te siento conmigo todas las noches, como si fueras real.

Aquí o allá, esté donde esté, siempre estás conmigo.

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MIEDOS Y MANÍAS | PARTE 1 [5]

He tratado de entender la manera en que me tratas,

la manera en que tus pupilas se encuentran con las mías,

el delicado roce de tu piel con mi piel,

el sonido de tus palabras que rebotan en mis oídos.

He intentado aceptar esta realidad,

esa manía de dejar que mis ideas hablen por mí,

aquella manera de hacerme sentir bien sin razón,

ese toque de locura que emites en mi día a día.

He querido alejarme de ti,

de tus manías, tus locuras, tus abrazos,

tus sonrisas, tus silencios y tus besos.

He estado pensando en nosotros,

en nuestras noches de encuentros infinitos,

nuestro primer encuentro real

y las veces que nos encontramos en el mismo sueño.

Hemos pasado por muchas cosas juntos,

desde el primer encuentro en ese lugar inesperado,

las locuras y las charlas sin sentido,

y esos momentos de los que sólo sabemos tú y yo.

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MIEDOS Y MANÍAS | PARTE 1 [6]

No importa el tiempo que pase,

si tomamos caminos distintos

o si no nos cruzamos en otra vida.

No importa si me olvidas en otros cuerpos,

si intentas dejar nuestra historia en el olvido

o repites las mismas promesas a tus amores futuros.

No importa si vuelves,

si me echas de menos

o si finges sentir lo mismo por mí.

No importa si vuelves a enamorarte,

si vives lo que siempre quisiste a lado de alguien más

o pasas tu vida buscando tu destino.

No importa lo que pase...

tengo la certeza de que tarde o temprano

nos volveremos a ver en aquél café.

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MIEDOS Y MANÍAS | PARTE 1 [7]

Duele escuchar el sonido de tu voz

desde que no estás aquí.

Duele sentir tus abrazos

sin que tu presencia me calme.

Duele el corazón

desde que tu silencio expresó lo que no te atrevías a decir.

Duele seguir queriéndote

cuando los intentos de olvidarte son en vano.

Duele seguir con tu recuerdo

cuando tengo que fingir que no me importas más.

Duele recordar tu adiós

cuando busco razones para olvidarte.

Duele aceptar que ya no estás

cuando tus cartas y tus canciones son lo único que me queda de ti.

[...] hasta que el corazón deje de latirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora