Epílogo

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Hace mucho que no te veía tan pensativo como ahora, has estado más callado que de costumbre, incluso te has vuelto más distante. Algunas veces te da por esconder tus miedos, sueles disfrutar de las cosas simples... aunque muchas veces te escondes de los demás. Buscas paz cuando sales a caminar, la luz del atardecer combina a la perfección con el color de tus ojos, tu locura hace que los demás te aprecien y te quieran.

También sé que sueles pasar muchas noches sin poder dormir, compones algunos versos que te salen del alma, has experimentado todo tipo de sentimientos. Sé que te gusta hacer reír a los demás y que los demás sean sinceros contigo. Llevas tus sueños en los bolsillos y tus tristezas escondidas en tus pupilas, sueles recorrer caminos que nadie más pisó. Aunque aparentas ser alguien frío, eres la persona más tierna y cariñosa del mundo.

Sé que en algunos momentos te da por alejarte de todo, y que no te arrepientes de las cosas que hiciste. Sé que te gusta dejarte la barba y que casi todo el tiempo estás despeinado. Siempre consigues lo que te propones, no te rindes fácilmente y te dejas llevar por tus sentimientos.

Sé que tus abrazos son cálidos y tus besos apasionados, sé que te encantan los gestos cariñosos y demostrar lo que sientes. Sé que prefieres el silencio de la noche y que odias los días calurosos. Sé que te gustan los videojuegos y que amas los partidos de fútbol. También sé que cuando te entregas a alguien, lo haces por completo... aunque termines lastimado. Me sé de memoria cada uno de tus gestos y tus manías, tus miedos y tus sueños.

Sé tanto de ti y tú sabes tanto de mí... me limitaré a decir que eres parte de mí, que no me arrepiento de los momentos que pasé contigo. Como dijo Sabines: «Eres como mi muerte, amor mío».

[...] hasta que el corazón deje de latirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora