[...] hasta que el corazón deje de latir

Querido J.

QUERIDO J. [1]

He estado pensando mucho en las charlas que tuvimos estos días, me he dado cuenta que muchas de las veces no sé cómo continuarlas. Debes saber que no sé cómo mantener activa una conversación, muchas de las veces me quedo pensando en qué decir y el tiempo se va, y la otra persona termina por aburrirse y dejar la charla.

Ese es uno de los motivos por el que no uso mucho las redes sociales para hablar con alguien, es una manera incómoda de entablar conversaciones e intentar hacer que éstas sean «normales». No sé, me frustra ser así. Me gustaría ser menos yo, ser más sociable y demás, pero no puedo. No imaginas lo mucho que me cuesta ser parte de eso, es como si una parte de mí se escondiera en el silencio y no quiere salir por nada.

Muchas veces he pensado en hablar con alguien sobre esto, y si ahora me decidí a hacerlo es porque ya no aguanto seguir así. Si hablo de esto contigo es porque siento que me entiendes y siempre me escuchas (por más ridículo que sea lo que esté hablando). He intentado esconder las lágrimas, pero éstas salen sin control. Tengo la vista nublada y el corazón hecho pedazos, las manos me tiemblan al escribir, mi respiración está alterada y mis latidos más acelerados que de costumbre. No es rencor, es simple decepción de ser como soy. Nunca seré capaz de expresar cómo me siento, siento que nadie me entiende.

A pesar de estar rodeada de personas me siento sola, incluso si estoy con mis amigos me siento vacía. También he pensado en desaparecer, no hay forma en que pueda llenar mi vacío emocional. Ha habido días en que, de repente, mis emociones bajan y me siento la peor persona del mundo... es de esas veces en que recuerdo lo malo que hice en el pasado, o las cosas malas que pasé y empiezo a llorar sin control. No sé cómo explicarte esa sensación que aparece cada vez que paso por eso, sólo necesito una dosis de música melancólica e intento sentirme mejor.

Sé que cada vez que hablamos intentas que me sienta bien, me dices cosas que nadie me había dicho antes. Sé que soy un desastre emocional, y para ti soy la mejor persona del mundo. No sé si es porque no quieres ver mi lado malo o porque te da igual esa parte, sólo que no entiendo la manera en que no te alejas y estás ahí... me es difícil de asimilar las cosas buenas que me pasan, no es muy común que las personas se queden si ven cómo soy de verdad, sin máscaras ni murallas.

Es difícil de asimilar todo lo que me está pasando. Las emociones son más intensas, me siento diferente... ha habido un gran cambio en mí desde el primer día que hablamos. No sé cómo haces para entenderme y decir las palabras que necesito escuchar en esos instantes en que ni yo puedo entenderme. Gracias por todos esos momentos que estás a mi lado a pesar de la distancia, gracias por ser como eres, gracias por hacerme reír con tus locuras y por hacer que me sienta bien. Gracias por aparecer en mi vida.

P.D. Siento que contigo mejorará todo. Sólo te pido que no desaparezcas de mi vida.

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QUERIDO J. [2]

Te regalo mi sonrisa,

si algún día se va de tu rostro.

Te regalo mi locura,

para que te sientas un poco más vivo.

Te regalo mis recuerdos,

para que vuelvas a vivir esos momentos increíbles.

Te regalo mis ojos,

si algún día no puedes ver las cosas como son.

Te regalo mis manos,

si necesitas un apoyo o alguien que te ayude.

Te regalo mi voz,