La magia de la vida

1. Matrimonio

Las manos le sudaban, sentía que el corazón se le iba a salir del pecho en cualquier momento, tenía este insaciable deseo de querer bajarce del tren e ir de regreso al puerto a buscar a Blaise y contarle la noticia.

Pero sería en vano, por que Blaise habia partido hace unos días camino a la guerra contra el lord oscuro dejándolo solo y desecho.

Pueden llamarlo tonto por haberse enamorado tan perdidamente de alguien que solo vio unas cuantas semanas y aún peor  se había entregado a ese mismo hombre. Pero Blaise había echo sus mérito con el, era tan amable y caballeroso, cada día que pasaba por su escuela solía traerle flores y regalos, Draco pensó que lo estaba cortejando así que cuando el alfa le ofreció una cita el aceptó sin dudarlo, su corazón ya le pertenecía, así estuvieron largas semanas dónde se veían a escondidas de su padre Lucius Malfoy, un hombre de renombre y un general condecorado en esta guerra que se libraba, el hombre cuidaba recelosamente a sus hijos omegas.

Draco lo entendía, el mundo era cruel con los omegas, apenas unos años atrás habían permitido a omegas estudiar una carrera superior y Lucius fue el primero en isncribir a Draco y su hermana Luna en la universidad más prestigiosa, uno para pocionista y la otra para zoologa.

Pero cuando Draco estaba con Blaise no pensaba para nada en los sacrificios que había hecho su padre para construirle un camino en el mundo, es así como aquella tarde cuando el celo de Blaise llegó durante una de sus citas Draco no dudo en ayudarlo, el era su alfa, lo sabía, tenía el presentimiento de que esa noche lo morderia y le mostraría orgullosamente a su padre que un alfa lo amaba.

Pero eso no pasó, Blaise lo anudó incontables veces pero en ningún momento lo marcó, Draco pensó que Blaise estaba queriendo esperar a un momento especial pero dos días después dejó de buscarlo, las cartas no llegaron y las flores se marchitaron, cuando Draco lo volvió a ver Blaise le dijo que tendría que irse, su batallón partiría a alemania para luchar en primera línea contra el ejército del Lord oscuro.

Draco se quería morir. Lloró amargamente su partida y se entregó a el una vez más. Dos meses más tarde y sin noticias de Blaise el cuerpo de Draco comenzó a resentir la partida de su alfa.

Su padre lo notó y sumo dos más dos llegando a la conclusión de que Draco estaba esperando un hijo. Decir que Lucius se enojo es poco, de no ser por qué amaba demasiado a Draco lo hubiera matado ahí mismo. Pero Draco sabía que su padre no lo odiaba, si no que odiaba a todo aquel que se aprovechara de su cachorro.

— ¿Que crees que va a pasar ahora Draco? ¿Eres conciente de la estupidez que haz echo? ¿Eres conciente de que te echarán de la escuela?

— Aún puedo ir a estudiar, hasta que el vientre me lo permita.

— ¡Lo último que me preocupa es tu vientre hijo, me proecupan los demás, serán crueles contigo, eres un Omega sin marca, un Omega con un cachorro y sin marca, por dios Draco te van a apedrear en cuanto salgas de esta casa!

Escuchó a su padre y a su madre discutir por largas horas, su hermana Luna aún que siempre vivía en su propio mundo también se mostró molesta con Blaise.

— Es un alfa Draco, sabe muy bien que tras anundar a un Omega en celo es 100% seguro que tengan un bebé.

— Derrepente no lo sabía, o se le olvidó.

— Draco, eso viene en como ser un alfa 101.

Pero Draco no quiso creerle, el tenía fe en Blaise, en qué volvería y Draco le mostraría a su cachorro, con suerte regresaría antes de que de a luz. En serio quería que vuelva.

Pero entonces su padre actuó, tras tres días de llamadas, cartas y conversaciónes le dijo que había conseguído una manera de salvarlo, iba a casarse con un alfa. Nadie diría nada si traía una argolla en el dedo.

Lloró, pataleo y renegó ante la decisión de su padre pero fue su madre quien le izo ver la realidad de la situación.

— Hijo, los omegas no estamos echos para aguantar un embarazo solos, el cuerpo de un Omega necesita de la precencial de un alfa que cuide de ambos para poder crear al bebé.

— Papá es un alfa, el podrá cuidarme.

— Tu padre es un alfa enlazado, tu Omega no puede sentir su olor , no el de alfa solo el de padre y ese no cuenta— Narcisa lo envolvió en sus brazos — si te niegas a este matrimonio, a este alfa, perderás a tu bebé.

La sola idea de que su niño no estuviera más con él lo aterraba así que aceptó, empacó sus cosas, se despidió de su hermana y partió hacia el sur, a un pueblo agricultor dónde vivía un acaudalado acendado. Solo sabía que su futuro marido se apellidaba Potter y que este había aceptado de buena fe hacerse cargo de ambos.

Draco enserio quería bajarce de ese tren pero no iba a hacerlo, haría lo necesario por que su bebé naciera bien y a salvó.

Antes de partir le había escrito una carta a Blaise contándole todo, contándole su estado, su partida y su enlace ficticio, le juró esperarlo y estar listo para cuando el quisiera volver a su lado.

Con es esperanza bajó del tren, una mujer muy linda y regordete la recogió de la estación, su nombre era Molly Weasly, madrina de Harry  y la testigo de su boda. La mujer hablaba hasta por los codos pero Draco disfrutaba de su plática pues había soltado varios datos sobre su futuro marido.

Harry tenía veintisiete años, siete años más que él, se encargaba de los cultivos de su hacienda y repartía gran parte de la cosecha la milicia, era un hombre patriota y defensor de la libertad, bastante amable y bondadoso según la señora y por sobre todo bastante tímido algunas veces.

Moly lo describió como increíblemente guapo, pero eso en definitiva no le hacia justicia a los que Draco vió al llegar a la iglesia, Harry Potter tenía la tez morena y el cabello negro y crespo, su ojos verdes e intensos estaba ocultos bajo un par de gafas redondas, su nariz era recta y sus labios gruesos, su cuerpo era otro tema y es que su complexión macisa lo hacia ver más grande de lo que era, Draco calculaba que le sacaba dos cabezas.

A pasado lentos se acercó a él y extendió su mano enguntada para luego decir.

— Hola, soy Drsco Malfoy, tu futuro esposo.