7. ¿Que hacer?

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Maratón 1/2

Draco no podía explicar el por qué pero sabía que algo estaba mal con Harry.

Tener una marca en su cuello lo ayudaba a entender al hombre con quién convivía a veces podía llegar a ser algo frustrantes y es que las emociones que percibía del moreno lo confundían.

Protección, cuidado, amor.

Esa última era un peligro para su confundido corazón, seguía amando a Blaise, una parte de su corazón aún suspiraba y lloraba por el alfa pero la otra, la que se aferraba a la realidad como una balsa salvavidas suspiraba por Harry ¿Cómo no hacerlo? El alfa tenía gestos sutiles pero bellos con él, como dejarle sus cardigans para el frío aún cuando Draco tenía los propios, traerle magdalenas luego del trabajo por qué últimamente eran un antojo recurrente masajear su espalda antes de dormir. Pequeños gestos que aceleraban su corazón y amenazaba con romperlo.

Curzaba iba a entrar en su cuarto mes dentro de unos días y se sentía tan feliz de saber que su adorado bebé crecería fuerte y sano.

Pero algo había pasado esa mañana, después de que Harry se fuera un cartero llegó a su casa a dejar correspondencia, era de su hermana, Luna le escribía las últimas actualizaciones de la socialite y sobre aquellas cosas raras de las que solía hablar pero a Draco le encantaban, todo iba bien hasta que llegó al final de la carta.

Bueno hermano, creo que ya te aburrí con tanta historia, vamos al grano, papá quiere que regreses dice que aquel pueblucho está ocupado para poder traer al mundo a su nieto así que te propone regresar a la ciudad. Ya estás casado y con marca en el cuello así que no habria problema. Nadie te juzgaría tu hijo no será un bastardo (palabras de padre no mías)

Hermanito no voy a negar que comparto la misma preocupación con respecto a tu salud y es que el pueblo no está lo suficientemente equipado para que vivas en él, se que tu alfa es rico y adinerado pero su casa queda taaaaan lejos que me preocupa que no llegues ni a la entrada del hospital más cercano. Piénsalo, seríamos tu y yo en la ciudad comprando cosas para el bebé y luego te podrías quedar aquí un tiempo hasta que Blaise regrese o tu marido venga por tí.

Con amor Luna.

¿Volver? ¿A dónde? ¿A su hogar? No lo creía posible, su padre aún que lo amaba mucho había demostrado su clara decepción por su situación actual y es que entregarse a un alfa cualquiera en lasa fueras de un puerto no eran algo honorable. Por un insta te se permitió fantasear con la idea de volver, de estar en la ciudad vistiendo la última moda en maternidad, con sus sombreros de ala ancha y sus vestidos de tonos pastel, podía imaginarme decorando el cuarto de su cachorro en Malfoy's Manor con ayuda de sus padre y luego la gran noticia, Blaise volvía a la ciudad, conocería a su hijo y serían una familia feliz.

¿Pero por qué esto no lo emocionaba? Sería por fin una familia con Blaise ¿Por qué no sentía nada?

- Debe ser por la marca - murmuró bajito aún con la carta de su hermana en manos.

Pero eso no lo calmó, la angustia que comenzó a crecer en su pecho lo asfixiaba, era como un sentimiento de pena y culpa tan abrumador que lo había echo derramar una par de lágrimas.

Entonces comprendió que no era el.

Era Harry.

Los sentimientos que surcaban su pecho eran del alfa que tan amablemente lo había cuidado y consentido todos estos días aún cuando el se mostraba arisco y reacio a su cariño, no es que no le gustará, es solo que no quería acostumbrarse. Temía entregarle su corazón a Harry y que luego este lo echara con su cachorro a la calle una vez se diera cuenta que no era tan fácil amar a la sangre de otro alfa.

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