Etapas | Daerin ©

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Al terminar de leer aquella carta, el último recuerdo que dejó su amiga y compañera de vida, lágrimas brotaron por sus ojos como si de cascadas se tratara, los siguientes días pasaron, y con ellos su esperanza de que algún día, no muy lejano pudiera volver a ver a su amiga.

Así mismo pasó el año siguiente, y el siguiente, hasta que un día se cansó de esperar y decidió seguir con su vida, esa vida que alguna vez pensó que compartiría con la otra chica ya no existía, ahora solo quedaba esperar, pero no por ella, sino por su nueva esperanza de vida, una que nunca llegó, durante años se sintió inservible por no poder formar la familia que su madre quería que tuviera, aquella por la que siempre esperó, nunca ocurrió. Y es que, algo dentro de ella no podía, sentía que no estaba lista aún, hasta que un día algo en el buzón de su casa la desconcertó.