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Esa chica no pensaba, tal vez no, Haerin se cuestionaba mentalmente si es que lo hacía o simplemente actuaba por que quería.

Solo esperaría hasta ver a cuanto podía llegar. Esperaba que no a mucho o estaría jodida, ella no lo soportaría, ¿A quien engaña? Le gusta su amiga.

Mientras ella llenaba su cabeza con un montón de suposiciones, la otra apenas iba rumbo a su casa a hacer lo que habían acordado, iba por que su madre le llamó.

— Dani, necesito decirte algo, es importante. — se colocó junto a ella en la puerta.

— ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

— Hoy llamó tu abuela, dice que el abuelo está grave, necesitan ayuda, no pueden solos, tu papá ya está buscando un trabajo estable...

— Mamá... — lágrimas amenazaban con salir, no quería dejar todo lo que tenía atrás — . Es mentira, ¿No? Dime que lo es, por favor. — las lágrimas calleron por sus mejillas, simplemente ésto apestaba.

— Perdón, el siguiente mes tenemos que estar en Australia, estaremos al pendiente con tu escuela igual. Perdón de nuevo.

La chica se derrumbó ahí, enfrente de su madre, esta al verla solo la acompañó en su sufrimiento. La vida aveces era injusta.

— Enserio perdón, mi Jihye. — ambas estaban devastadas.

No se lo diría aún a la otra chica, no estaba lista.

Etapas | Daerin ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora