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KENZIE

Hola.

Y cuando pensé que no contestaría escuché mi móvil vibrar.

Hola, vampírica.
¿Estás bien?

Sí, es que
simplemente no
puedo dormir.
No quería molestarte.

Tú nunca me molestarías.

Cuando leí ese mensaje sentí que mi corazón se aceleraba, mire mi reloj y decía que mi corazón iba a 117 pulsaciones por minuto.

Ya, pero como son
las doce pensaba
que ya estarías
durmiendo.

Nah, yo me suelo
dormir sobre las
tres de la mañana.

Hablamos hasta que ya no pude más y me dormí.

Al despertar vi un nuevo mensaje de antes de que me quedara dormida.

Buenas noches,
Vampírica.

Esas mariposas que sentía volvieron, él era increíble.

Me levanté, fui al baño y salí corriendo porque llegaba tarde, cómo no.

Corrí hacía la parada pero me di cuenta de que aún eran las seis de la mañana, ¿por qué tenía la alarma puesta a esta hora? ¡Me acababa de quitar una hora de sueño!
De pronto vi a una persona conocida, era Andrew.

- Hola- le saludé.

- Hola- me saludo de vuelta-. ¿Qué haces aquí tan temprano? No sé cómo siempre llegas tan tarde estando aquí a estas horas.

- Pues la verdad es que se me ha cambiado la alarma normalmente la tengo a las siete y cuarto- le expliqué-. ¿Y tú que haces aquí tan temprano?

- He salido a andar- me respondió-, me gusta salir a esta hora porque nunca hay casi gente.

- Normal- murmuré.

- ¿Te apetece venir a dar una vuelta? Total ya vas vestida.

- Vale- acepté.

Caminamos hasta un bella casita en mitad de un hermoso jardín. Era muy pequeña, de hecho, sólo se podían meter dos personas ahí dentro.
Era de un color marrón claro como el chocolate con leche. La única habitación tenía las paredes rojas como la sangre.
Cuando entré me di cuenta, de que, ¡había un tocadiscos!
Era negro como el carbón y muy grande.

- ¿Y este sitio?- le cuestioné.

- Esta casa era la de mi abuela antes de fallecer- me sentí mal por él, y se ve que lo notó porque me dijo-. No te preocupes, fue ya hace mucho tiempo.

Su mano rozó la mía y sentí como temblé.

》Tendríamos que irnos ya, vamos a llegar tarde- yo asentí y nos fuimos.

○○○

Al llegar estaba esa chica que me dijo ayer que no me acercara a Andrew porque sino me iba a matar o algo así.
Al otro lado estaba Emi y agradecí que estuviera.

- ¡Holaaa!- me saludó-. Perdón por no contestarte ayer.

- No te preocupes, ya estoy bien.

- Bueno, yo ya me voy, adiós vampírica- se despidió y se fue.

- Sí ya veo, parece que mi mejor amiga se está tirando al chico más sexy de todo el instituto- me susurró al oído.

- No me lo estoy tirando, para tu información.

- ¿Y entonces qué habéis estado haciendo todo el tiempo que no te he visto?- me preguntó.

- Pues hablar, ver películas y dar un paseo.

- ¿Ya y tú crees que eso lo hace con todas?- me confundió-. Pues no, ya te digo yo a ti que no.

- ¿Acaso lo has intentado?- le pregunté.

- Puede ser...- al ver todavía más confusión en mi rostro decidió aportar-. Tranqui, fue hace mucho tiempo, no te lo pienso quitar.

Sentí que me ponía roja de pies a cabeza y decidí decir algo para quedar con dignidad.

- Yo no te he dicho que fuera mío como para que me lo quites a mí- le dije-. Esa tía- le señalé a la zorra que me paró ayer a decirme cuatro cosas-. Me dijo que no hablara con él porque literalmente le dije "hola".

- Ella es una egocéntrica y lo sabes- me hizo razonar-. Tú simplemente no le hagas ni caso. Vales mucho y no quiero que te pase nada por alguien que no vale la pena.

Antes de que pudiera responder, sonó el timbre y tuvimos que ir a clase.

El Vampiro De Mi ClaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora