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KENZIE

- ¿Que pasa, papá?- le cuestioné en cuanto llegué.

- ¿Te acuerdas de Anna?

- Sí, mi amiga, ¿por q...?

- Ha fallecido- me cortó.

- ¿Co...Cómo? ¿Cuándo?- le pregunté entre lágrimas.

- Hace dos horas, se ha suicidado.

- ¿Cómo que se ha suicidado?- noté como una lágrima resbalaba por mi mejilla-. ¡Ella estaba bien! ¿Por qué?

Noté como papá me abrazaba mientras yo lloraba.

Esa noche había sido la mejor y peor noche. Mi mejor amiga se había muerto y a la vez había besado a ese chico que me parecía tan misterioso.

Pensé en llamarlo pero mi cerebro me decía que no lo hiciera, además no sabía ni lo que tenía que hacer.

Escuché a Taylor durante toda la noche y lloré, lloré tanto que sentía que ya no me quedaba más agua en el cuerpo. Me sentía rota, la primera amiga que había tenido se había ido y para siempre, lo peor era que no me pude despedir de ella. Sigo sin entender porqué hizo lo que hizo, cuando me fui ella estaba bien, creo, ya no estoy tan segura.

Al final me animé y le mandé un mensaje a Andrew:

Hola, ¿puedes venir?

Hola, ¿A tu casa?

Sí.

Ya estoy en camino.

A los diez minutos llego y entró por la ventana.

Yo corrí y lo abracé con fuerza. Intenté contener las lágrimas pero al final me rendí y lloré. Él cada vez me abrazaba más fuerte.

Nos sentamos en la cama y Andrew rompió el silencio.

- ¿Qué ha pasado?- parecía preocupado cuando lo dijo así que, al final, después de un rato me atreví a contárselo.

- Mi mejor amiga de Nueva York, Anna, se ha suicidado- dije entre sollozos-. Ella era como una hermana para mí, me salvó. Yo de pequeña sufrí una especie de "bulling", que no era de ese tipo de bulling de que te pegan o te meten en la taquilla. Era bulling psicológico.

>>Ese bulling lo sufrí desde los ocho hasta los catorce, me lo hacían porque literalmente me la sudaba muchísimo lo que los demás opinaran de mí, pero a los nueve empezaron a encantarme los unicornios, y al estar ya desarrollada, mejor dicho, la más desarrollada de toda la clase, se burlaban de mí, ya desde por tener el período a porque me gustaran cosas de niños pequeños, que era lo que éramos, pero ellos se hacían la idea de que no era así.

>>Mi madre cuando iba a tercero se cabreó conmigo por una mentira que le contaron dos compañeras mías. Era una mentira muy grave. Un día, Anna se acercó y habló conmigo y desde ese día fuimos inseparables.

De repente Andrew se levantó y fue directo al tocadiscos y sacó el álbum de "reputation" y lo puso.

- Ven, vampírica, vamos a levantarte el ánimo.

De repente sonó "KIng Of My Heart".

Y estuvimos bailando, no sé cuanto tiempo, solo sé que en todo ese tiempo no paré de mirarlo, era como adictivo a mis ojos.

Cuando se acabó el disco, pusimos "Lover", mientras que mirábamos el amanecer abrazados.

- Gracias por venir.

- Para eso estoy- me dijo-. Sabes que siempre voy a estar aquí, aunque un día decidas dejar de hablarme.

- No seas tonto, eso nunca pasará.

- Cuando me conozcas un poco más veremos si cambias de opinión- dijo y soltó una risita.

Su risa era suave y sus ojos grises pasaron a ser rojos, y brillaban, brillaban mucho. A los dos segundos sonó "Miss Americana And The Heartbreak Prince" y él comenzó a cantarla.


And I don't want you to (Go), I don't really wanna (Fight)
'Cause nobody's gonna (Win), I think you should come home
And I don't want you to (Go), I don't really wanna (Fight)
'Cause nobody's gonna (Win), I think you should come home
And I don't want you to (Go), I don't really wanna (Fight)
'Cause nobody's gonna (Win), I just thought you should know
And I'll never let you (Go) 'cause I know this is a (Fight)
That someday we're gonna (Win)

- ¡Te has aprendido mi canción favorita!- le dije emocionada.

- ¿A sí?, no me acordaba que era tu favorita- dijo en tono burlón.

- Te iba a decir una cosa, pero, a lo mejor, te subo el ego.

- Dilo- me exigió.

- Que cantas genial- susurré.

- No te he oído, ¿puedes repetirlo?

- ¡Que cantas genial!, ¿contento?

- No, aún, no- cuando lo acabó de decir me besó, no era un beso como el primero, suave y tierno, este era cargado de furia y deseo.

- Espera- le dije cortando el beso-. ¿Qué era eso que me querías decir antes?

- Te lo cuento, pero con una condición, no te enfades por no habértelo contado antes.

- ¡No me digas que tienes novia!

- ¡No!, eso no. Kenzie, soy un vampiro.

- Sí claro y yo soy la reina Isabel.

- Hablo en serio- me dijo muy serio-. Soy un vampiro.

<<¿Andrew? ¿Un vampiro? ¿En serio?>>

- ¿Vampírica, estás bien?- me cuestionó preocupado.

- Sí, es solo que eso no me lo esperaba.

- ¿Esto va a cambiar algo entre nosotros o...?

- ¿En serio me lo estás preguntando?- él simplemente asintió-. No, claro que no. Imagínate que yo fuera la vampiresa. ¿Tú me dejarías de hablar?

- No, por supuesto que no.

- Pues ya te has contestado a tu pregunta.

<< ¿Por qué no me lo habría contado antes?>>

El Vampiro De Mi ClaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora