El Vampiro De Mi Clase

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ANDREW

-Abuelo- dije.

- ¿Qué es lo que quieres?- me preguntó con amargura.

-Necesito tu ayuda- le respondí seco.

- Sí que debes de estar desesperado para recurrir a mí- soltó una risa amarga-. ¿Qué te hace pensar que te voy a ayudar después de lo que me hiciste?- me cuestionó.

- Se trata de Henry...

- ¿Tu hermano? ¿Ese gilipollas?- me cortó.

- Sí ese...

- ¿Qué es lo que ha pasado?- me preguntó seco.

○○○

KENZIE

Hoy no ha venido Emi, me ha dicho que tenía una fiebre de 38,5°C. Ha ido al médico y le han dicho que era una gripe común.

- Hola- le saludé a Andrew.

- Hola, vampírica- me respondió-. Oye, una cosa, ¿luego por la tarde sobre las 19h puedes venir a mi casa?

- Sí, claro, ¿por qué?

- Porque quiero enseñarte algo...

- Vale, luego hablo con mi padre y te digo.

- Perfecto- me dijo con una sonrisa.

- Estoy notando miradas por la nuca- le dije en un susurro cambiando de tema.

Él miró al alrededor y luego me dijo.

- Son de la pija esa, la que te dijo que no te acercaras a mí.

- Bueno, podrían ser peores. Yo he visto a gente peor. Ellas no miran. Ellas actúan- le dije y el simplemente rió. Me encantaba su risa, bueno, su voz en general.

De pronto ya estábamos de camino a clase. Mientras que escribía algo en la pizarra yo hablaba con Andrew y por fin conocí a Liam. Él era muy majo, tenía unos ojos azules preciosos y un cabello pelinegro y corto.

- ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?- me preguntó este último.

- Leer y escuchar música- le dije-. ¿Y los tuyos?

- Jugar al fútbol y videojuegos- me comentó-. Espero algún día llegar a ser un gran futbolista como Messi o Ronaldo.

- Ya verás que lo conseguirás- le animé-. Yo la verdad es que no sé lo que quiero ser, las decisiones que tome decidirán una decisión mayor, así que, prefiero no decidir nada todavía.

- Buena opción- me aseguró Andrew.

○○○

Por fin era ya la hora en la que cenaría con Andrew. Me arreglé para ir a su casa.

- Voy a dormir a la casa de una amiga- le mentí a papá.

- Vale, diviértete.

○○○

Cuando llegué el patio estaba lleno de rosas rojas y había una mesa con mucha comida.

- Hola- me dijo-. Ven, siéntate.

ANDREW

Sentía que le tenía que contar yo el secreto antes de que lo hiciera otra persona como mi hermano, pero, por otra parte, si se lo contaba a lo mejor perdía su amistad y sinceramente eso no es lo que quiero.

<<Y si la pierdo que sea para algo más- dijo mi conciencia por mí>>.

Cuando hablé con mi abuelo me dijo que lo mejor era que se lo dijera yo antes de que mi hermano pudiera hacerlo.

Cuando la vi entrar no pude dejar de mirarla. Iba hermosa, con unos tacones negros y un vestido rojo como las rosas que había puesto en el jardín. El pelo estaba recogido con un moño bajo, me recordó a la canción de "Bad Blood" de Taylor Swift.

- Hola- le saludé-. Ven, siéntate.

- Me encanta como lo has decorado.

- Lo he hecho todo para ti- le indiqué.

- Gracias.

- ¿Por?- le cuestioné confuso.

- Por todo y por nada- antes de que pudiera responder, ella me dio un suave beso en los labios.

Sentí algo extraño en el estómago, sentí que en ese beso había algo mágico. Aparte de increíble besaba genial. Pero, sabía que ese beso estaba mal. No porque besara mal porque era todo lo contrario, pero, ella realmente no sabía quién era.

- Te tengo que contar algo.

- ¿El qué?- me cuestionó curiosa.

- Pues...- de repente el móvil de Kenzie empezó a vibrar.

- Es mi padre, dice que tengo que ir a casa- me informó-. Mañana me lo cuentas- antes que pudiera responder, me dio un abrazo y se fue.

Recogí y me fui a dormir. Pero no pude, no podía parar de pensar en ese beso tan mágico de esa chica tan especial.