Harry amaba a su ahijado, desde que empezó a cuidar de él se juró protegerlo más que a su propia vida o cualquier otra persona. Teddy era como su propio hijo y así mismo lo trataría, le hablaría de sus verdaderos padres, por su puesto y no se opondría a la idea que le llamar padre así que conseguiría un buen puesto para rellenar más las bóvedas que ahora le pertenecían y de las que había tomado posesión para darle la vida que merecía.
No había si estando con Draco podrían tener hijos o si este los querría, pero sabía bien que una de las bóvedas ya era para Teddy cuando este fuera mayor y saliera del colegio.
Harry amaba a Teddy, así que cuando recibió la carta o más bien nota de Andrómeda mientras se estaba besuqueando con Draco en la torre de astronomía nuevamente, la excitación que recorría ahora por sus venas salió de su cuerpo tan rápido como lo era su saeta de fuego.
Se quitó de encima del rubio en el momento en que reconoció el picoteo de la lechuza que fue mandada y a aprisa leyó la nota a pesar de las protestas de Draco por la lejanía que se mostró. Leyó rápido y breve "Teddy enfermo, lo llevó a San Mungo", sin decir nada empezó a correr mientras organizaba sus ropas, fue seguido por el rubio que leyó la nota en cuanto Harry la dejó caer. Corrieron a toda prisa chocando con maestros y alumnos siendo Draco quien se disculpaba con tantos como podía, siguieron así hasta el piso donde se mostraba una gárgola. Harry respira. Draco lo miró.
"¿Sabes la contraseña?" pregunto agitado.
"¿Por qué me seguiste? Quédate, no creo tardar." Harry lo miró extrañado pues apenas lo notó.
"No seas idiota Potter, claro que voy a ir contigo y tendrás que hechizarme antes para impedir que lo haga."
"Pastel de limón." Harry murmuro esperando a que la gárgola empezará a girar y mostrará ya las escaleras "En serio Draco, solo iré a ver como esta. Andrómeda debe de estar espantada y-"
Draco le robó un beso mientras blanqueaba sus ojos y empezaba a subir las escaleras tomando la mano de Harry "Por Merlín Potter, cállate. Voy a acompañarte y como dijiste el nombre de mi tía entonces aún más te acompañare y no acepto negativas ante eso."
Harry suspiró rendido, a veces o más bien siempre Draco podía ser un gran grano en el culo y un tremendo terco y si quería acompañarlo entonces que así lo hiciera pero ante la primera queja lo correría del lugar.
Juntos terminaron de subir las escaleras y siguieron el pasillo hasta una gran puerta la cual fue abierta de inmediato sin tan siquiera un solo toque. Harry se apresuró a entrar jalando a Draco de la mano viendo a la directora de pie en su escritorio.
"¿Qué se le ofrece señor, Potter?" pregunto McGonagall.
"Directora, tengo que salir de la escuela en estos momentos."
"Tenemos que" corrigió Draco.
"¿Se puede saber el por qué?" los miro curiosa.
Harry apurado busco la nota que le había mandado Andrómeda, casi entrando en pánico por no encontrarla al momento en que Draco pasó a su lado para dejar la nota en el escritorio de la directora. McGonagall la leyó rápido debido a lo corta que era y asintió en entendimiento.
"Entiendo que el señor Potter tenga que ir, pero ¿por qué insiste en ir usted, señor Malfoy?"
"Es mi sobrino, directora y la Señora Tonks es mi tía."
"Estoy muy al tanto de ese parentesco, Malfoy" formó una fina línea con sus labios y suspiró después de un par de minutos "Usen la chimenea de aquí y manden una carta si algo se atraviesa ¿se entendió?"
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La cosa es...
Fanfiction"Harry Maldito Potter y su maldita cara bonita después de la segunda guerra mágica ¿como se atrevía tan siquiera a verse tan bien con esas malditas gafas, sudado, lleno de escombros y sus perfectos ojos verdes? acababa de de derrotar al bastardo del...