La cosa es...

Señor Malfoy

Aviso, contiene narración subida de tono para publico +18, si es menor de esta edad se le recomienda no leer y si aún decide hacerlo es bajo su responsabilidad.

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Harry estaba nervioso, claro que lo estaba pero aparentaba lo contrario para no desalentar a Draco.

Esto puede salir demasiado mal, pensó el moreno en el momento en que sintió la respiración de Draco estabilizarse después de las lágrimas sabiendo ahora que se había quedado dormido.

Su relación con Lucius Malfoy jamás fue la mejor y no suponía que lo sería ahora que estaba recién salido de Azkaban y con todo lo que le arruinó para en nombre del bien común.

¿Qué le diría? ¿Cómo llegaría a la mansión Malfoy como si los recuerdos de aquella noche no lo atacaran de pronto? Pedía que por lo más sagrado no entrarán al salón de aquel día, juraría que tan solo ver el piso lo haría entrar en un ataque de frustración por no poder ayudar a Hermione en aquel momento.

De tan solo pensarlo a su memoria llegó el momento en que los gritos de Hermione se hicieron presentes, se le erizaba la piel con el simple recuerdo acompañando a los gritos y la desesperación de Ron gritando el nombre de la mujer que ama. Después de la muerte de colagusano y subir la escalera para verla en el piso, llena de lágrimas y con el brazo extendido donde la herida estaba hecha, subir y atacar a todos viendo en su ahora novio el miedo inminente de lo que podría pasarle por no decir la verdad, la lucha para nada benéfica de conseguir las varitas, escapar gracias a Dobby y ver esos ojos grises que pedían a gritos que lo llevaran.

No supo qué tan intranquilo se estaba poniendo hasta el momento en que sintió la mano de Draco en su rostro.

"¿Todo bien, cariño?" pregunto angustiado y eso tranquilizó el pobre corazón agitado de Harry.

"Dime así de nuevo, por favor" pidió frotando su rostro con esa palma pálida.

Draco suspiro "Cariño".

Harry sonrió complacido, radiante, amplio y completamente enamorado.

"Te amo"

"Te amo mucho más"

El moreno renegó por la pequeña pelea que su amado quería tener, pero, en lugar de complacerlo simplemente se acercó a su rostro y lo beso tranquilamente, cariñoso y amoroso.

Draco correspondió gustoso hasta el momento en que sintió que eso podría llegar a más con las manos de Harry sobre sus piernas.

"No me distraigas, Harry..." dijo con voz ronca.

"No lo hago" Potter beso el cuello pálido.

Tenía que detenerlo o en primer lugar no le diría nunca y en segundo tomaría Harry toda la noche y nunca llegarían a la mansión Malfoy. Necesitaba detenerlo pero se sentía tan bien tener esos labios carnosos en su cuello y las manos ásperas del moreno en sus piernas e intentando entrar en su camisa.

"Cariño, de verdad..." Draco ya hablaba jadeante "Te la chupare o lo que sea pero tienes que hablar o nos afectará después."

"¿De verdad quieres parar lo que sea que vayamos a hacer por escucharlo?" pregunto.

"Sí, así que antes de que tenga un problema más grande en mis pantalones, habla."

Harry suspiro alejándose de ese cuello pálido, dio un pequeño beso en los belfos de su novio y se sentó mejor dejando que Draco tomará sus manos.

"Es sobre ir a tu casa, sabes que no le caigo bien a tu padre y después de lo que pasó no sé si sea buena idea..." dijo viendo sus manos unidas "pero solo te digo que si voy a ir, solo no creo que sea tan buena idea y bueno se me viene uno que otro recuerdo de ahí."