⛸️ ⋆ O17

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Dos horas y media después seguían estancandos en el mismo sitio, repasando una y otra vez cada uno de los pasos dados antes, durante y después del ataque. Mil preguntas, todas iguales, con las que parecían querer colapsar su paciencia más que llegar a la verdad. Y el joven campeón soportó estoico el interrogatorio pasando por varios estados de ánimo, hasta por fin caer en un resignado sopor mental, en el que respondía a todo con monótonas monosílabas. Parecía que aquello no tendría fin.

Había dicho todo lo que sabía, lo que pensaba, lo que le parecía, lo que no tenía idea. Había dado todas sus razones de por qué creía culpable a Yang Taekyung, y todas las pruebas que había dado este de ser un reverendo mal nacido, y todavía lo tenían a él como acusado. Las preguntas ya rozaban lo absurdo. ¿Estaban probando su límite? Llegarían en cualquier momento.

—¿Es usted diestro o zurdo?

Otra pregunta sin sentido. Hyunjin echó una mirada a Yael, que sentado a su lado parecía tan cansado como él. Este le indicó que contestara.

—Zurdo —respondió y las miradas cómplices en el estrado se multiplicaron—. ¿Por qué lo pregunta?

Tardaron en responderle. De hecho pareció que no iban a hacerlo, pero de pronto el juez lo miró fijamente a los ojos, como si volviera a sospechar de él.

—Porque es una cuestión muy interesante —dijo, evaluándolo con la mirada—, ya que los resultados de las investigaciones que se hicieron sobre las heridas de Yang Jeongin dan por conclusión que hay una alta probabilidad de que el atacante sea una persona zurda.

Ni un músculo se movió en el rostro del pelinegro. Era claro que había bajado nuevamente la cortina de hierro que ocultaba sus emociones.

—Es ridículo que quieran acusarme por eso. No soy el único zurdo en el país, ¿verdad?

—Usted dígamelo. ¿Conoce alguna otra persona zurda que haya estado ese día allí presente?

Hyunjin echó una rápida e imperceptible mirada hacia Bennet. Su entrenador se la devolvió, tenso, escondiendo las manos en los bolsillos en un gesto de disimulada autoprotección. Sí, claro que conocía uno... lo conocía muy bien.

No iba a decir el nombre de su tutor, no era tan estúpido para incriminarlo a él también en esto, podía estar tranquilo de eso. Pero de todos modos conocer aquella pista le heló el alma, y por un momento se le hizo difícil volver a hablar.

—El treinta por ciento de los presentes en aquel estadio podían serlo —respondió con calma—. Es insensato condenarme por eso.

—Nadie lo está condenando señor Hwang, solo queremos saber si puede ampliar el rango de sospechosos.

Hyunjin se frotó los ojos ardidos. Simplemente quería irse de allí de una maldita vez.

—No estuve en el momento en que atacaron a Jeongin aquel día. No entiendo por qué continúan acusándome a mí cuando les he contado todo lo que he visto de Yang Taekyung, todo lo que demostró ser capaz de hacer y todo lo que Jeongin mismo me contó. Hasta su madre, Julia, puede dar testimonio de eso. Ya no tengo nada más que decir.

Todos se movieron, cansados, en sus asientos. Parecían compartir sus deseos de largarse de allí.

—Póngase de pie —dijo de pronto el juez. Hyunjin obedeció. El hombre dedicó otro momento a observarlo y luego continuó—. Quiero que me de una buena razón por la cual yo debería creer que usted no es culpable.

Hyunjin se tomó un momento antes de responder.

—Porque nunca necesité, ni necesito ahora, algo más que no sea mi talento y mi trabajo para quitar del camino a mis competidores, que es la única razón que hay para avalar sus hipótesis contra mí. Porque no hay un verdadero motivo para que yo hiciera eso. Porque no hay ninguna prueba que me incrimine a mí, y sí hay en cambio muchas razones para pensar que fue Taekyung—dijo, echando una mirada evidente hacia el abogado, que parecía estar tomando nota de cada palabra. Pero luego volvió sus ojos hacia el hombre de cabello blanco y lo miró profundamente—. Pero la razón principal... es que aprecio... mucho... a Jeongin, e hice todo lo que me fue posible para ayudar a salvarlo. Y créame que fui el único —concluyó bajando la vista. No quería que nadie viera sus ojos humedecerse, no les mostraría debilidad. No quería dar lástima, solo que le creyeran de una maldita vez.

sangre sobre hielo ✦ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora