vinito y chidmesito 🍷

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Narra Jeffy

Di un gran bostezo mientras caminábamos por los diferentes pasillos largos. Di un sorbo a mi café, cómo si fuera el elixir de la vida me despertó un poco, pero no creo que de más.

—y por aquí es la secretaria—dijo papá—tanto hombres como mujeres trabajan duro día a día para que todos los archivos estés ordenados y disponibles para cualquier civil—explico.
—¿archivos de casos?—pregunte, curioso. Quizá me sirva para algo.
—oh, no, eso está en mi oficina, por simple seguridad—explico mirándose las uñas. Las tenía pintadas de negro a lo emo 2010, seguro fue mamá quien se las pintó—¿Que miras?—pregunto levantando la ceja, era obvio que sabía lo que miraba.
—nada, nada—levante las manos como si me fuera a arrestar—lindas uñas Coronel—dije y volví a tomar un sorbo de mi amado café.

Sentí como todos se asustaron de golpe y miraban a papá con miedo, levanté la ceja preguntándole que pasa.

—lo se, hijo, tu madre tiene talento como manicurista, más que como Capitana—sonrio y se sintió un aire frío. Pero no frío bonito, frío como cuando en supernatural iba a aparecer un fantasma.

—gracias cariño—

La voz de mamá se escuchó y el aire frío se disipó.

—¿que fue eso?—pregunto Matías haciéndose el valiente, pero podía ver qué se estaba mordiendo el labio algo asustado.
—la Capitana—respondio el Sargento cuyo apellido, descubrí por boca de papá, es Verena.
—mi amada esposa—agrego orgulloso papá, que tierno—ella ve todo y escucha todo—sonrio.
—como en casa—añadí.
—ya, dejé de presumir—escupio el viejo Verena y siguio caminando hacia adelante.

Cuando estuvo algo lejos junto a Matías, le pregunté a papá...

—¿Que le pasa?—susurre.
—perdio a su esposa—respondio susurrando más bajo—dice que alguien la mató, pero, en realidad se suicidó—alze la ceja.
—¿Por qué decís eso?—pregunte mientras seguíamos lentamente al dúo de adelante.
—no hubo forcejeó, no hay señales de lucha, fue una estocada rápida y limpia al cuello—explico con una mirada sería—pero desgraciadamente el cuchillo desapareció, así que no hubo forma de seguir con la investigación—me miro molesto, se notaba que no era una situación que precisamente le agradaba.
—¿La conocías?—pregunte otra vez.
—mas o menos—respondio vagamente—era la mejor amiga de tu madre, ella podría decirte mas que yo—su mirada se ablandó—lloró mucho cuando ella murió—nos detuvimos.
—mamá no puede llorar, ¿Cómo...?—levanto la mano en señal de silencio.
—no hablemos de esto acá, ¿Si? Cuando quieras podés preguntar lo que sea, pero acá no—siguio caminando a un ritmo más veloz para alcanzar a los otros dos, le seguí el paso a un ritmo tranquilo.

Una madre muerta, un hombre despechado, un hijo brujo loco. Todo esto huele raro.

Quizá pueda...

—Jeff apresúrate—grito papá, ya estaba bastante lejos alado del Sargento y su hijo.
—ah, ya vooooy—corri hasta donde estaban ellos y seguí con el recorrido.

Es muy arriesgado, pero voy a llegar al fondo de todo esto.

Narrador

Mientras tanto en la sala de empleados, el gemelo de fuego le contaba a su amigo barman la situación, a eso se sumó el dueño del club, Amory, gran amigo y compañero sexual ocasional.

—mmmmm, es una situación complicada—acaricaba su barba pensativo. El pobre Jeff solo emitió un sonido ahogado de afirmación.
—yo lo ví todo—dijo el brujo—¿seguro que lo recuerdas todo Jeff?—pregunto levantando la cabeza para ver la cara del menor.
—mas o menos—respondio—recuerdo borroso—el mayor sonrió enternecido.
—¿Quieres te ayudo a recordar mejor?—pregunto con una voz sugestiva que se podia mal interpretar.

Crónicas De SyeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora