Ultraviolence | Izana x Lectora ☹︎ (2)

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El día que Izana te buscaría llegó, llevó días tratando de encontrarte en casa o en algún lugar que no fuera ahí, hasta que en un centro comercial te encontró.

Ese día habías acompañado a la señora Iwakura de compras, ella estaba entretenida en la sección de ropa.

Tu solo mirabas perfumes y otras tiendas desde fuera, no fue hasta que Izana te habló. De inmediato te asustaste.

Izana: No hables, ven conmigo. Necesitamos hablar.

Te sentías tan impotente, ni siquiera podías soltarte de su agarre, con miedo, dejaste que te guiara.

Salieron del centro comercial por completo para llevarte a unos metros lejos de ahí, ya estaban solos.

Comenzaste a llorar.

Izana: ______. ¿Qué tal la has pasado? ¿Estás bien?

- Aléjate de mi ya, por favor, no te pido mucho... -trataste de irte, pero este sujetó tu brazo con fuerza.

Izana: ya han pasado meses y aún no veo cambios en ti. -miro tu estómago.

- ¿qué? ¿ya sabías? -hiciste una mueca de asco.

Izana: todo este tiempo supe como estabas..

- estás enfermo. -trataste de irte, pero fue difícil.

Izana: lo criaremos juntos. No les faltará nada.

- ¡No! ¡Estás loco, yo no quiero nada contigo! ¡Ni siquiera está dentro de mi ya! -hablaste con desesperación.

Izana abrió los ojos asustado.

- ¡Solo quiero vivir mi vida de antes, no me eches a perder la vida!

Izana: ¿Qué le hiciste?

-¡No quería tenerlo! ¡Soy muy joven aún!

Izana se quedó unos segundos en silencio mirándote, estaba furioso.

Fue así hasta que sentiste un golpe en tu mejilla, te ardió bastante.

-¡No me voy a dejar, ni de ti, ni de nadie más! -trataste de correr, pero este te tomó de ambas muñecas, dejándote casi inmóvil.

Optaste por usar tus pies, pero el golpe de estos no le causaban dolor alguno.

Cuando perdió la paciencia, te subió a su moto delante de él.

En todo el camino tratabas de quitarlo o caerte de ahí, no sabias lo que pasaría o a donde te llevaría.

Una vez llegaron, te obligó a entrar a su casa con brusquedad, en ningún momento dejaste de moverte, llorar e insultarlo.

Otra cosa mala, era que ahí estaba Tenjiku esperando a su jefe, pero estaba ocupado.

Todos te vieron, estaban en silencio escuchando tus gritos, Kakucho estaba desesperado.

Ran: pobre mocosa... No tiene de otra mas que corresponder a Izana.

Hanma: que calvario ser mujer.

Izana cerró la habitación, estaban ambos dentro.

Izana: hablemos tranquilamente. -estaba acercándose a ti, pero con miedo hacías lo posible para no tener contacto con el.

Seguías llorando sin parar.

-¡por favor déjame en paz! ¡quiero estar tranquila un solo día!

Izana: eres tan insensible. Mataste a nuestro hijo y ni siquiera me consultaste. No sabes tomar decisiones aún. ¿Cuántas veces tengo que repetirte que eres una niña aún?...

La palabra "niña" viniendo de él te asqueaba mucho.

- Y si soy una niña aún ¿por qué me haces todas estas cosas? Yo solo quiero estar jugando con mi hermanito... Nunca pedí hacer nada contigo... Nunca quise que me tocaras...

Tu voz se escuchaba en la sala, los integrantes de esa pandilla escuchaban todo en silencio.

Izana: Ese no es el punto, _____. -se acercó más a ti, por instinto arrugaste tu falda, tratando de cubrir tus piernas lo más posible, sentías como tus manos temblaban.

Izana notó eso, pero siguió mirándote a los ojos.

Izana: Mataste a mi hijo, idiota ¿sabes lo que significa para mí tener una familia?

- ¡aléjate de mi por favor! -tus lágrimas salieron sin control, tu voz era cada vez más débil.

Izana:¡Responde! ¡¿Por qué hiciste esa estupidez, ______?!

- ¡Podía morir!

Izana: Tu maldita vida es después. ¡Mataste a alguien inocente! -Jaló de tus cabellos con fuerza, haciendo que lo miraras a la cara.

Tus llantos eran cada vez más fuertes.

Izana: No te perdonaré nunca. Pero no quedará así, tendré a mi hijo en brazos pronto.

Tu cuerpo empezó a temblar, el terror que estabas sintiendo al ver como este comenzaba a quitar su ropa era inexplicable.

Comenzaste a pedir ayuda a gritos, esperabas que Tenjiku hiciera algo, pero nadie entró.

En todo momento estabas intentando huir de Izana, pero al tener tanta fuerza, tus movimientos fueron en vano, al igual que tus gritos.

Al final de ese horrible acto, estabas más que destrozada.

Izana estaba abrazándote mientras decía cosas en tu oído.

Izana: Si dejas de hacer las cosas más difíciles, lo nuestro funcionará. Hazlo por nuestro hijo...

Volviste a romper en llanto por coraje.

-quiero ir a mi casa, por favor. Prometo que tendré al niño que tanto quieres, pero déjame ir. Te lo suplico.

Izana jaló de tu pelo, jadeaste de dolor.

Izana: No soy idiota para dejarte ir, entiende eso. Seremos una familia bonita aquí, nada te faltará conmigo.

-Pero no quiero... -tapaste tu rostro, tratando de limpiar tu rostro húmedo.

Izana: ¿piensas que me importa? Te dije que te quedarás aquí por el bien de nuestro hijo.

Cada vez que decía "nuestro hijo" sentías asco.

Izana se levantó y comenzó a ponerse la ropa nuevamente, dejándote ahí sola.

Izana: ni se te ocurra escapar, es otra regla.

Izana salió de la habitación y se sentó a lado de los integrantes de su pandilla.

Kisaki:¿y bien? ¿qué sucedió?

Izana: la estúpida abortó a mi hijo sin mi permiso.

Ran: lamentamos eso, jefe.

Izana: la tristeza que me produce saber que hizo ese acto horrible y ni siquiera pude conocerlo o verla a ella así, es grande.

Mochi: ya habrá tiempo para que trates de embarazarla de nuevo, ya está aquí, aprovecha al máximo.

Kakucho se sentía fuera de lugar escuchando una conversación tan cruel y horrible.

Izana: me encargué de eso ya. Espero que funcione.

Ran¿y si trae anticonceptivos o algún parche para que no pueda embarazarse? ?

Izana: espero que no, pero de verdad quiero un hijo, y con ella es con quien deseo tener a montones si es posible.

Koko: ¿y donde está?

Izana: en mi habitación.

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