La Semilla

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El par de amigos estaba feliz porque finalmente habían encontrado el apartamento adecuado, por alguna razón Shinso quería uno más cerca del centro que de su trabajo, además requería más de una habitación y baños independientes para cada habitación.

A Izuku le parecía curioso porque parecía que quería llevarse a vivir a alguien con él y eso no era lo único, tenía muchísima química con el rubio que se había pasado hasta el anochecer con ellos mostrando uno tras otro apartamento.

Denki era muy agradable, amable y muy sociable, tal vez un poco inocente, tanto como para no notar los ojos de depredador que lo observaban en todo momento.

Al terminar con los apartamentos, el par de amigos partieron a su cita con un hombre de cabello azulado que esperaba molesto por la tardanza de sus amigos.

La noche transcurrió sin mayores contratiempos, Izuku estaba feliz de sentirse normal una vez más, sentía que su lugar estaba ahí entre sus amigos, por el momento no importaba si ellos estaban llenos de anécdotas y él no tenía nada para contar. Estaba feliz de escuchar como Iida estaba nervioso porque Melissa estaba entregando un proyecto muy importante y como Shinso contaba como no quería volver a Alemania a congelarse otra vez.

Izuku estaba tan feliz que pudo despejar su mente lo suficiente como para desear ir enseguida a ver a Momo, creía haber sido muy egoísta todo este tiempo, tratando de sanar sus heridas sin intentar ayudar a sus amigas.

Uraraka se veía bastante bien, lo bien que puede estar una persona que ha sufrido mucho, pero Momo, cuando la vio en el hospital ella parecía feliz con la idea de cuidar a su hijo, contrario al pensamiento de todos a su alrededor. Ahora se redimiría y haría cuánto pudiera para reunir a ese niño con su madre.

Esa noche Shinso se quedó en su nuevo apartamento porque debía prepararse para salir de la ciudad el fin de semana, lo que le dió la oportunidad al pobre Midoriya de descansar y organizar su mente, tenía el fin de semana completo para decidir por dónde empezar, Kyoka prometió que sacaría toda la información posible de los archivos de sus padres, no era para nada sencillo, pero correría todos los riesgos.

...

Sábado

Azui despertó muy asustada, un terrible estruendo inundó el ambiente y luego otro más cercano, no podía ver nada estando encerrada en ese baño, solo podía esperar a que el ruido no se dirigiera hacia ella, pero como lo temía, la puerta del baño se abrió con violencia y un hombre que hasta ahora no había visto entró y la sujetó con fuerza del cabello hasta sacarla del baño.

—¡Hey imbécil! - una voz conocida gritó desde alguna parte lejana, la pelinegra lo escuchó, pero estaba muy confundida para saber dónde estaba —¿Qué crees que haces? - no cabía dudas de que era el heterocromático y estaba furioso.

El desconocido la lanzó al piso y sin decir nada comenzó a patearla en todo el cuerpo, ella trató de cubrir su cara y todo lo que pudiera mientras resistía el dolor.

"¿Qué ocurre? Yo no hice nada, quién es este hombre y por qué me está golpeando"

La chica pensaba mientras sentía cómo la vida se le escapaba rápidamente.

—Largo de aquí, Tres - furioso, Todoroki empujó a su compañero contra una pared.

—¿Tienes idea de lo que está zorra hizo? - el de cabello púrpura escupía las palabras mientras observaba a la debilitada chica en el piso —Es muy lista, puta tengo que admitirlo.

—No tienes ningún derecho, de venir aquí y tocar mis cosas - el heterocromático estaba a punto de lanzarse a matar a golpes a su compañero cuando una mano lo detuvo.

¿Final Feliz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora