Dabi

294 31 12
                                    

El internet había enloquecido, el morbo se habia apoderado de las personas que observaban y compartían el extraño video de un hombre de cabello verde golpeando salvajemente su cabeza contra el piso, todo tipo de comentarios se mezclaban en las distintas redes dónde circulaba. Algunas personas empatizaban, otras se burlaban y otras simplemente estaban ahí por curiosidad.

No tardó en llegar la persona que reconoció al peliverde cómo la víctima de la casa de la colina y entonces no hubo vuelta atrás, Izuku se volvió famoso otra vez y como si no fuera suficiente, algún depravado encontró en la deep web los vídeos  del pobre chico siendo abusado por dos personas que ocultaban su identidad.

Llegó un punto en que todo el mundo buscaba los vídeos y al mismo tiempo parecía que todos lo habían visto, había memes y muchos comentarios de gente que no media el daño que los tres sobrevivientes habían sufrido, no les importaba solo querían jugar con el morbo de la población en general.

Esa mañana un par de ojos nublados por el alcohol observaban la pantalla de su teléfono cuando llegó a un vídeo de un muchacho golpeando su cara en el piso —Midoriya... - la chica escupió el alcohol que acababa de meterse a la boca.

La chica de cabello rosa se puso de pie enseguida y marcó al número del que el peliverde le había llamado hacía unos días.

"Lo siento mucho, bebé, siento no haberte apoyado lo suficiente desde que volviste"

La chica pensaba mientras rezaba porque su amigo contestara el teléfono.

...

—¿Qué debo hacer? - el cigarro se meneaba sin parar en los temblorosos dedos del agente pelirrojo —No puedo simplemente fingir que no pasa nada.

—Tendrás que agarrarte los huevos y fingir por un tiempo, no podemos cometer errores, si agitas el nido las cucarachas pueden escapar, es mejor quemarlo con todas dentro - el agente de cabello largo habló desde el otro lado del teléfono.

—Bien, pero tenemos que darnos prisa - arrojó la colilla al piso y la aplastó con su bota —No sé si pueda resistir por mucho tiempo...

—Ya te lo dije, uno de mis informantes está muy cerca de dar con uno de esos malditos, sé que estamos cerca, debes mantenerme informado de sus movimientos.

—¿Ah sí? ¿Cómo lo sabe? ¿Cómo lo van a encontrar? - Kirishima sentía que la cabeza le iba a explotar, no quería ser un peón que alguien más movía en una investigación que creía haber iniciado él.

—Mientras menos sepas será mejor para la operación - cortó la llamada y se giró hacia su actual compañero —Está vez no quiero trucos, confiaré en tí, pero será la última, si me engañas te mataré.

—Estoy muy cerca, lo sé - el agente rubio sonrió confiado y se ajustó el abrigo —El idiota ya hizo contacto.

Mientras tanto Kirishima regresó a su escritorio para tomar sus cosas de prisa, no quería estar ahí cuando Inasa volviera, no sabía que iba a decir o que haría, tenía que alejarse en seguida, tal vez por teléfono sería más fácil mentir.

—¿A dónde vas? - una voz masculina hizo que el pelirrojo se sobresaltara.

—Inasa - Kirishima se giró intentando sonreír —El capitán me encargó algo especial, un estúpido regalo para su esposa y debo ir a recogerlo a la oficina de correos.

El moreno de casi 2 metros sonrió burlón y se cruzó de brazos —No me digas que ahora eres el puto mensajero del capitán.

—Ya sabes cómo son las cosas - Kirishima quería guardar las llaves en su bolsillo, pero no encontraba la ranura —Tengo que dar gracias por haber sido reasignado, solo me tomará un par de horas, volveré muy pronto.

¿Final Feliz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora