-Hay tres cosas que no pueden permanecer ocultas por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad, y esta última es que me perteneces y yo te pertenezco, Ciara, así que deja de luchar.
- Soy team Sterek y me encantaba leer fanfics de ellos y quice mezc...
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-¿Quién mierda era esa? - Pregunto la rubia al día siguiente, entrando a la oficina del Alfa, quien aún se encontraba mirando por la enorme ventana, afuera aún se encontraba el chorro de sangre que había dejado esa Omega misteriosa, que no había vuelto a ver.
Desde hace meses había captado su esencia, después esta se volvió aún más fuerte cuando descubrió que se estaba mudando cercas, su lobo interior aullaba por ir en busca de ella, reclamarla y volverla suya.
-No lo sé Grace - Mintió en voz baja, sin dirigirle la mirada, saco un cigarro de su abrigo y lo encendió, dando la primera calada.
Por su puesto que sabía de quién se trataba, la familia Gold, había asesinado al padre y líder de ellos después de que este asesinara a uno de los miembros de su manda. Nadie se metía con los Peaky Blinders y salía ileso en el proceso.
Descubrió que la familia se había mudado cerca de ellos, la ahora líder y Alfa de los Gold había perdido la cabeza tras la muerte de su esposo y buscaba venganza, pero había algo en la omega, algo diferente en el resto, algo que lo atraía, a pesar de que él ya estaba emparejado con Grace, sentía una presión en el pecho que lo empujaba a necesitar de la castaña, aun sin conocerla y su lobo estaba inquieto, rascando por salir a la superficie y Grace lo había notado, las cosas no se iban a quedar así, por eso cuando sintió el aroma de su Alfa cambiar dramáticamente, se alertó y al ver otra Omega desconocida no dudo en atacar.
-Thomas, he estado notando algo diferente en ti, no has pasado ni una sola noche en nuestra recámara estos últimos días desde la muerte de Lizzie, exijo saber que es lo que está pasando.
La rubia se acercó a él, abrazándolo por su espalda ancha, el cansancio era notorio en el rostro de su Alfa, y un sentimiento de celos creció en el interior de Grace, de solo pensar que él se encontraba así porque la ojiverde había sido arrebatada de su manada de una forma despiadada.
Sabía que era algo muy lejano, pero desde que se había casado y emparejado con Thomas, él nunca le había demostrado el respeto que ella como su pareja se merecía, se acostaba con otras Betas que estaban fuera de la manada, incluyendo a Lizzie Stark en repetidas ocasiones, ella tenía muy en claro que no era la mate de Thomas, pero había aprendido a amarlo con el pasar de los años, en cambio, no se podía decir lo mismo de Thomas, quien nunca la dejo entrar después de tantos intentos, siempre alejado, frío y controlador.
-Asuntos del trabajo, nada que sea de tu incumbencia Grace. -Con un suspiro se separó de la Omega, sintiendo de repente repulsión ante su toque, tomo un trago de su vaso del Whisky intentando alejar el amargo sabor de su boca, sin lograrlo, estaba harto de no poder sentir el efecto del alcohol en su sistema - Necesito que le digas a Arthur que venga a mi oficina, tengo un trabajo para él.
Utilizo eso como excusa para correr disimuladamente a la rubia, su lobo no podía tolerar ni un momento más la esencia que emanaba su pareja. Grace salió de la oficina de su esposo con la bilis quemando en su garganta por el coraje, sea quien sea esa Omega castaña le estaba arrebatando lo que mucho le había costado conseguir, lo podía sentir, nunca antes su Alfa se había puesto así como lo había visto la noche anterior, ella no iba a permitir esa falta de respeto, no frente a sus narices y no en su propia casa.
