-Hay tres cosas que no pueden permanecer ocultas por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad, y esta última es que me perteneces y yo te pertenezco, Ciara, así que deja de luchar.
- Soy team Sterek y me encantaba leer fanfics de ellos y quice mezc...
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El sol comenzaba a entrar por las ventanas, calando en sus ojos, Ciara comenzó a despertar, su cuerpo dolía a horrores y sentía como si su brazo y pierna se fuesen a desprender, miro de donde provenía el dolor, estaba envuelta en vendajes, manchados por la sangre y con un olor extraño, se suponía que la herida ya debería de haber sanado, pero al estar tan débil su loba, la regeneración de sus tejidos era más lenta.
Con poca fuerza salió de la cama mirando a todos lados, confundida, esa no era su casa, de eso estaba segura, su cabeza daba vueltas y su vista estaba borrosa, a paso lento camino con dirección a la puerta, saliendo del cuarto, miro el largo pasillo, adornado con fotos de lo que ella suponía era una manada completa, su olfato comenzó a distinguir el olor que todos ellos emanaban, era una combinación de madera, tomillo, gin y un fuerte olor a cigarrillo estaba impregnado en toda la casa.
Todas las puertas se encontraban cerradas, pero hasta el fondo podía escuchar los gritos salir de una habitación, por el tamaño de la puerta, supuso que era la más grande y por ende la habitación del Alfa, si lo hacía con cautela podría salir de esa casa y escapar. Con sus sentidos aturdidos y el constante dolor en el brazo y pierna, Ciara comenzó a caminar por el pasillo, encontrando enseguida las escaleras que la llevarían a la planta baja, cuando estuvo a punto de pisar el primer escalón, se encontró con el Beta pecoso que se habían topado en aquel pub.
- ¿Te vas tan rápido? - Pregunto el Beta alzando una ceja, mirándola desde la planta baja. - Deberías de despedirte, aunque las cosas no se escuchan tan bien ahí arriba, ¿no?- Sonrió de medio lado con burla.
Ciara estuvo a punto de hablar, cuando fue derribada, cayendo con su agresor por las escaleras, el Beta quien se encontraba al final de las escaleras, solo opto por apartarse, mirando como la Omega Rubia atacaba ferozmente a la Castaña que se encontraba debajo de ella, confundida.
Era bien sabido que una Omega emparejada y celosa era muy peligrosa y protectora con su pareja.
-¡Grace maldita sea! - Se escuchó la voz del Alfa retumbar por toda la casa, en el momento en el que la Grace volteo a ver a su Alfa, Ciara golpeó con todas sus fuerzas el rostro de la Omega, rompiendo a su paso el anillo de cristal que contenía acónito, en esos momentos agradecía a su madre por ser tan precavida con ese tipo de cosas. Solía pensar que estaba un poco loca, pero la locura de su madre siempre la habían salvado de situaciones como esas.
La Omega que estaba encima de ella comenzó a gritar desesperada, fue entonces cuando Ciara la empujó para quitarla de encima de ella, su estómago daba vueltas y estaba sufriendo una enorme pérdida de sangre gracias a las nuevas heridas abiertas en su rostro. El Beta se apresuró para ponerla de pie, mientras veía como la Omega corría intentando quitar el acónito de su rostro sin lograrlo, al final la omega se perdió entre los pasillos de la casa.
-Polly, ve tras Grace, asegúrate de que esté bien. -Ordeno el Alfa con toda la tranquilidad del mundo, la beta que se encontraba a un lado de él lo miro con el ceño fruncido, pero decidió que no era momento para cuestionar a su Alfa.
