-Déjame ver si tienes alguna herida más bajo la camisa- me trago mi orgullo y me desabotono la camisa mostrando el corsé que tengo debajo y mi piel llena de cicatrices- ¿por qué dices que no es tu madre?-
-¿Tú crees que es una buena madre si manda a su hija de 8 años a un lugar extraño y que se tiene que buscar la vista por no cumplir lo que ella quiere?, esa mujer no es mi madre, sólo el ser que me dio la vida y ya está, no quiero hablar más del tema- zanjo la conversación de inmediato
-Está bien, no presionaré a nadie, supongo que estas marcas te las hiciste en ese sitio-
-Así es, marcas de supervivencia, al igual que los tatuajes- juego con mis dedos
-¿Cómo te los has hecho?- pasa sus uñas por los dibujos grabados en mi piel
-No lo sé, salen solos a veces- alzo mis hombros y veo acercarse a Lucian- ¿qué pasa amigo?-
-Me temo que vas a tener que buscarte otra ropa, las que se han metido contigo las han destrozado todas y una chica lo ha intentado impedir pero no ha podido- se posa frente a mí
-Supongo que habrá sido Eris, es la única que se ha acercado, gracias por decirme eso-
-¿Qué pasa?- me mira con confusión
-Nada, que sólo tengo que buscarme la vida para encontrarme ropa, la han destrozado aunque Eris lo ha intentado evitar- suspiro pesadamente
-No del todo, tu ma…., digo, la profesora Dovey se ha tomado la gran molestia de traerte vestidos- mira el armario y yo me temo lo peor, me acerco y me horrorizo al ver demasiado color
-Por los dioses, esto me va a quemar la retina con tanto color- digo molesta y escucho que se ríe levemente- gracias por todo Lady Lesso, ahora creo que sí que acepto quedarme aquí, pero voy a remodelar algunas cosas- miro el espacio donde estamos
-De acuerdo, en un rato enviaré a un guardia a que pase por ti y te acompañe al comedor- asiento antes de ver que sale del cuarto y pienso en lo que puedo hacer para vestirme
Paso un buen rato rediseñando la ropa del armario y aunque sé que a Dovey no le va a gustar no me importa en absoluto, justo cuando termino con mi ropa para ahora llaman a la puerta, aviso que un momento ya que estoy a punto de atarme las botas y voy a la puerta para ser seguida por el guardia lobo. Lucian se posa en mi hombro y seguimos caminando hasta llegar al dichoso castillo bajo la mirada de muchos y escucho algunos comentarios pero paso olímpicamente de ellos. Entro en el comedor y sin mirar a nadie voy donde la parte del Mal y cojo de la comida que hay, al menos tiene mejor aspecto que la que había donde estuve por años, cuando ya tengo lo que se me antoja busco con la mirada el lugar donde puede estar Eris, al fin la diviso y me acerco a la mesa solitaria y apartada donde está sentada.
-Hola- digo nada más sentarme y no se había percatado de mi presencia- me he enterado de que intentaste evitar lo de mis cosas, gracias por intentarlo- ella me ve con los ojos abiertos y nerviosa
-No ha sido nada, pero no pude salvar algo de tus cosas, lo siento mucho de verdad- me ve apenada
-No te preocupes, tampoco había algo de mucho valor- me encojo de hombros y ella saca algo que no recordaba que tenía
-Lo único que pude salvar fue esto- me muestra mi pequeño cuaderno de dibujo y le miro con sorpresa
-Gracias, creo que esto sí que de verdad tiene valor para mí- le agradezco con una leve sonrisa, hablamos mientras comemos hasta que escucho que alguien se acerca y al ver de quién es me cruzo de brazos a la espera de que empiece a regañarme- y ya empezamos- digo por lo bajo
-¿Pero qué demonios le has hecho a tu ropa?- me mira ya que cogí un vestido violeta oscuro, el más oscuro que había en todo el armario, conseguí con un par de conjuros que aprendí hace un tiempo volverlo de color negro y rasgarlo por la parte de la falda dejando ver las piernas cubiertas por un pantalón negro y mis botas hasta las rodillas negras con tacón y con mi amada gabardina
-Acomodarlo a mi gusto- le contesto
-Así no es como se visten las princesas, esto es imposible- niega como si no se lo puede creer
-Pues ya ves que es posible y ahora, si me disculpas, quiero continuar cenando ya que a mediodía no me dejaron comer tranquilamente- le echo en cara lo ocurrido, ella me mira indignada y se va- oh, tranquila, estoy bien, no me han hecho mucho daño, gracias por preocuparte por mí- digo por lo bajo y miro la comida– se me ha quitado el apetito- dejo el plato en donde va lo sucio y me voy a la escuela del Mal y voy a mi cuarto, consigo hacer lo mismo que en el otro cuarto con lo que hay en la cama y me acuesto a dormir una vez he preparado todo para mañana y me he puesto el pijama
Al día siguiente me levanto al alba y me preparo para el resto del día, en el escritorio veo que han dejado todos los materiales y libros que necesito para las asignaturas así que cojo mi zurrón negro y meto las cosas, me visto y voy temprano a desayunar para no toparme con mucha gente ni con personas no deseadas. Esta vez lo he conseguido, salgo del comedor para ir a cepillarme los dientes rápido, para mi mala suerte la primera clase que tengo es Zapatos de cristal y vestidos con Dovey. Me apresuro para llegar temprano y lo consigo, entro y soy rodeada por la mirada de todas las princesitas mimadas y no me importa, dejo a Lucian en el escritorio y acaricio su plumaje hasta que unos zapatos de tacón se acercan y se paran frente a nosotras, escucho que suelta un suspiro pesado.
-Buenos días a todas, bienvenidas a vuestra primera clase de Zapatos de cristal y vestidos, soy la profesora Dovey y espero que de aquí a que cumplan con su destino pueda hacer de vosotras unas jóvenes bellas y hermosas capaces de ir siempre vestidas para cada ocasión- dice con una gran y desagradablemente empalagosa sonrisa y siento que me mira, pero yo hago como si nada- señorita Dovey, no se pueden traer animales a clases-
-Es Noctem, ya se lo he dicho, además, él es mi guardián ancestral y por lo que tengo entendido un guardián no puede alejarse de su protegida, así que no debería haber ningún problema, ¿ o sí?- le miro divertida con una ceja arqueada
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Nunca+Siempre = Lily (Lady Lesso x chica)
RandomEn un mundo donde todo personaje de cuento, bueno o malo antes de ser relatado necesita ir a una escuela para cumplir su destino como dicta la ley del mundo de los cuentos. Donde no puede haber un puente que conecte ambos lados a partes iguales, bue...