13.

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Las horas pasaron, Alba bajó la vista para encontrarse con Julian, su cabeza estaba recostada en sus piernas y casi completamente cubierto hasta la nariz por el acolchado. Brindando una imagen bastante tierna.

La película llevaba un poco más de una hora. No habían hablado sobre que había puesto al cordobés así pero Alba no quiso insistir y Julian no duró mucho despierto al momento que recostó su cabeza en las piernas de la pelirroja y comenzó a recibir caricias en su cabello. Con ella enredando sus dedos entre sus castaños rulos.

Delicadamente extendió como pudo su brazo para apagar la televisión. Sus ojos comenzaban a pesarle y no duraría mucho más despierta.

...

— Algún día me iré de esta maldita ciudad para no cruzarme más contigo. — Cantó.

El reloj daba las doce del mediodía. Alba estaba cortando las verduras entusiasta mientras esperaba que las albóndigas que había preparado se terminaran de cocinar en el horno.

— ¿Qué huele tan rico?

Escuchar ese cumplido con esa leve tonada cordobesa la hizo sonreír al instante. Verdaderamente apenas se despertó había considerado volver a su departamento y enfrentar lo que sea que la esperaba allí pero no quiso que Julian se despertara solo, no luego de ver como estaba la noche anterior.

— Buenos días bello durmiente. — Bromeó risueña.

Julian caminó hasta estar a su lado, observando cada uno de sus movimientos en silencio. Alba no lo sabía, pero el jugador también esperaba encontrarse solo al despertar y agradecía mucho que ella no lo haya dejado solo con sus pensamientos.

— ¿Qué? ¿Qué estás haciendo? ¿Qué huele así? — Preguntó repetidamente como un niño.

— Bueno. — Hizo una pausa. — Una vez me dijiste que te gustaban mucho las-

— Albóndigas. — Dijo ilusionado. — Hace un montón no las como.

— Hoy si. — Mencionó feliz.

El cordobés se quedó a su lado. Conversando mientras terminaba de hacer lo que debía hacer e ignorando el fuerte latido de su corazón. Agradecía profundamente la forma de ser de Alba y que le bastara con acompañarlo sin hacer preguntas.

Se sentaron en el sillón en lo que todo terminaba de cocinarse mientras la pelirroja se encargaba de hablar con Julian sobre cualquier tema que viniera a su mente con tal de distraerlo a la par que escuchaban música que ambos intercalaban para elegirla conectando el celular de el jugador a la televisión.

— Uh. — Dijo cuando su celular se apagó. — No lo cargué anoche.

— Conecta el mio. — Dijo despreocupada, señalando a uno de los sillones donde se encontraba.

Se puso de pie camino hasta agarrarlo.

— No sabes. — Continuó con la conversación. — Hoy tengo una entrevista-

— ¿Si? — Lo interrumpió entusiasmada.

— Todo depende si me confirman si me convocaron o no para-

Dejó de hablar confundido al darse cuenta que el celular estaba apagado. Lo encendió y vió llegar una oleada de mensajes uno tras otro. Desde WhatsApp hasta Instagram y llamadas pérdidas. Todas de Mauricio.

mau ❤️
Ahora cuando vuelvas vamos a hablar
Y aclarar las prioridades que tenes
No me interesa que sea tu amigo
Me cansaste

????
Pasaron tres horas Alba
Contesta

Llamada perdida 7:01AM

Volve ya Alba
Hablo en serio

Llegaste a mi | Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora