6. Panic.

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Pánico me invadió con lo que acababa de decime Hyunjin. ¿Qué tonterías estaba diciendo? ¿quería burlarse de mí?

Fruncí el entrecejo, mi estómago se revolvió, la adrenalina estaba corriendo por mi cuerpo, empecé a sentir que me temblaban las manos, y salí.

Hui como un maldito cobarde, dejándolo solo en mi departamento. Mi cabeza estaba hecha un lío, primero sus palabras y después la mirada que me dio, molesta, pero suplicante. Caminé sin dirección hasta que mis pies dolieron. Miré a mi alrededor y estaba frente a la universidad.

Me senté en el césped y me tiré, empecé a observar lo que más me gustaba —además de Hyunjin— las nubes se veían grandes y esponjosas, algunas en extremo blancas y otras un tanto grises... así era mi estado de ánimo en estos momentos.

El aire soplaba con fuerza, pero eso no podía importarme menos... mi celular empezó a sonar varias veces, estoy casi seguro de que era mi hyung, pero ni si quiera quise revisarlo.

Pasé no sé cuánto tiempo ahí, hasta que empezó a oscurecer. Tenía que volver a casa y, si lo pienso bien, actué impulsivamente, quizá Hyunjin no hablaba de que le molestara porque yo le gusto... quizá es solamente porque es mi amigo y está celoso de verme tan feliz con otras amistades... pero ¿por qué me molestaría que fuera la primera opción?

Entré a mi departamento, las luces estaban apagadas, pero al encenderlas me encontré con mi hyung en el sofá, sentado, ligeramente encorvado, con sus manos entrelazadas, sus codos sobre sus piernas y su mirada en la nada.



—¿Ya se pasó tu crisis? —Preguntó con tranquilidad, su voz era grave y me encantaba.


—Ya. Lo siento. No sabía qué decirte, me tomaste por sorpresa.


—Lo sé, perdona, sé que tienes todo el derecho de tener más amigos, no soy el único en el mundo. —Dijo, y yo solamente podía pensar en que, aunque hubiera billones de personas en el mundo, para mí, él si era el único. Me dieron celos de verte divirtiéndote como lo hacías anteriormente conmigo...


—Hyung~ eres una ternura. —Me acerqué rápidamente y me senté a su lado abrazándolo. Lo sentí tensarse.


—No lo soy... —Se sonrojó.


—Claro que sí. Y pues... —Mi semblante y ánimo decayó—. Ya no hacemos nada de eso porque, bueno, porque tú tienes una relación con Lea. —Forcé una sonrisa, pero él sabe perfectamente que lo hice.


—Jeongin... ¿qué te parece si tú y yo... no sé, agendamos uno o dos días para nosotros? Sin que Lea esté de por medio.

No esperé para nada esas palabras y el aire se escapó con rapidez de mi sistema. ¿En verdad me estaba diciendo que tuviéramos un par de días para nosotros?

La felicidad se implantó en mi ser, quería gritar de felicidad y abrazarlo más fuerte, pero debía mantener la compostura.



—¿Cada semana?


—Sí, dos días por semana, solamente tú y yo.

-ʙᴇꜱᴛ ꜰʀɪᴇɴᴅꜱ ꜰᴏʀᴇᴠᴇʀ? -ᴅᴏɴ'ᴛ, ɪ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ! 《ʜʏᴜɴɪɴ》《ᴊᴇᴏɴɢʜᴏ/MinJeong》《2ᴍɪɴ》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora