Hasta el fin del mundo -LUMITY-

Capítulo 3

Todo me daba vueltas. Sentía que en cualquier momento me caería.
Me incorporé en la cama, confundida. Lo último que recordaba era haber acabado con el mutante líder.
Todo lo demás estaba borroso.

Amity: Al fin despiertas. —Giré la cabeza y vi a la pelirrosa entrar al cuarto con una bandeja con comida y vendas.

Luz: ¿Cuánto llevo dormida? —Me toqué el lado derecho de la cabeza y noté una venda donde estaba mi oreja.

Amity: Unos tres días. —Respondió como si nada.

Luz: ¿Por qué estoy aquí?

Amity: ¿Mi habitación? La enfermería estaba llena y nadie quería tener a una posible amenaza zombie con ellos. —Se sentó en la cama y me quitó con una delicadeza que no recordaba haber sentido en mucho tiempo, el pelo que me caía por la cara.

Luz: Me refería en el campamento.
—Farfullé molesta.

Amity: No iba a dejarte ahí fuera sola.

Luz: Pues deberías haberlo hecho. ¿No viste todas esas cosas? Podría haberte pasado algo por salir sin conciencia.

Amity: Primero no sabes decir una palabra bien y ahora me sarmoneas como una madre. —Rió.— Nunca dejas de sorprendernos.

Boscha: Amity. —llamó mientras se asomaba.— Lilith y Mika quieren hablar con la vagabunda.

Amity: ¿Qué hace Mika aquí?

Boscha: No tengo ni puta idea. Solo te informo. —Me miró de reojo, dándome a entender que me mantendría vigilada.— Están esperando en la zona central.

Amity: Iremos enseguida. Tiene que tomar los antibióticos y vestirse.

Luz: Estoy bien. —Gruñí mientras me levantaba y me ponía mi ropa, sucia y ensangrentada de hace tres días.

Boscha: Vamos. No tienen tanta paciencia como hacen parecer.

Amity me agarró del brazo con ambas manos y me miró, dejando que la pelirrosa de ojos azules se adelantará.

Luz: ¿Qué pasa?

Amity: Quiero que prometas que no volverás a hacer una locura como la anterior.

Luz: No puedo. —Me solté de su agarre y seguí a la gruñona.

Salimos de la casa, todo el campamento estaba dirigiéndose al centro, así que no pasó desadvertida mi presencia y empezaron los murmullos.
Al llegar, solo encontré un pozo enorme hacia abajo con escaleras a los lados. Una mesa en el centro y un palo incrustado en el suelo, justo enfrente del jurado.

Mi guía me llevó hasta allí, y sin que pudiera reaccionar, me esposo a aquel tuvo de metal. Yo no dije nada, si tenía claro una cosa, es que si me veían como una amenaza, revolverme solo me perjudicaría.

———

No entendía nada. Los representantes de las cinco facciones estaban reunidos, con un semblante tan serio y frío que helaba la sangre. Vi a Mika al lado de Lilith, preguntandome si ella había llamado al consejo.

Lilith: Estamos aquí para poder aclarar el tema que sucedió hace tres días, delante de nuestras puertas.
—Los murmullos anteriores cesaron de golpe. Todos estábamos muy atentos a sus palabras.— Como todos recordaréis, un grupo de no muertos se adentró en la montaña hacia nuestra facción, la facción del fuego.
Los que estaban haciendo guardia fueron los primeros en ver la situación, y, por supuesto, también como todo se acabó en cuestión de segundos por la persona aquí presente.

Todo el mundo empezó a susurrar. Entre miradas de confusión y desconcierto a la morena.
Pero cesaron en el momento en el que la representante de la facción del aire se levantó.