Hasta el fin del mundo -LUMITY-

capítulo 15

La cabeza me daba vueltas.
Todo me dolía.
Sólo veía negro.
Y un frío demasiado familiar en mi cuello. Abrí los ojos de golpe, viendo aquel cristal blindado que reflejaba el interior. Mi cuerpo empezó a sudar en frío. Al tratar de levantarme, caí de bruces contra el suelo. Las piernas me temblaban; y como no, si este lugar solo me provocaba pesadillas. 

Miré alrededor, las cámaras tenían una luz roja. Estaban mirando. La puerta era un trozo de metal. Sin picaporte.

Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho. Intenté recordar que es lo que había pasado. Mi cabeza era un caos, no sabía nada. Todo estaba en blanco, solo un vacío que me atormentaba. Necesitaba salir de allí. Lo había hecho una vez, podía hacerlo de nuevo. Levantándome del suelo, escuché el tintineo de unas cadenas y miré detrás mío. Una cadena gruesa iba al collar metálico, mientras que dos más finas retenían mis tobillos.

El aire empezó a faltarme cuando vi las manchas marrones en la pared y el suelo. Intenté alejarme lo más que pude, pero el olor ya me había asaltado. Sangre. Pensé. La sangre de esos... No pude terminar la frase. Mi memoria hizo click. Estaba de nuevo en esa sala, La sala. Dónde todo esto empezó.

Las náuseas se hicieron presentes y eche lo que tenía dentro.  La mínima fuerza que podría haber tenido, se había esfumado. No podía hacerlo.

Pegue mi espalda a la pared, aún saboreando la vilis en mi boca. Lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas. No sabía que estaba pasando. No recordaba nada, ni como había llegado hasta aquí.

Sólo recordaba a una pelimorada gritar mi nombre una y otra vez...

Amity...

——————

Cuando desperté estaba cubierta por sudores fríos. El corazón me latía con fuerza. Me tomó un segundo recordar donde estaba.

—Amity, despertaste. —La voz de aquella chica me devolvió a la realidad.

—Vee, ¿Qué ha pasado? —Me sentía angustiada. No recordaba nada. Al menos, no desde que había entrado en aquella base.

—Han determinado que no estás infectada. Estás libre de la cuarentena. —Se acercó a la cama con una bandeja, donde había platos con fruta.— Así que te trasladaron a las residencias.

—¿Dónde está Luz? —Fué lo primero que salió de mi boca. Pareció sorprenderle la pregunta,su cara se había convertido en un cuadro. —¿Vee?

—Bueno, verás...— huyó la mirada. No me gustaba eso.— Luz está bajo custodia...

—¿Custodia? —Repetí sin entender.—
¿Custodia de quién?

Ella solo me miró con compasión. No sabía que pasaba. Quería saber donde estaba mi novia. Quería saber que estaba bien. Que seguía viva.

—No le mientas, Vee. —La voz de Hunter se hizo presente en la habitación, ambas nos giramos para verle entrar con un semblante serio.

—No le estoy mintiendo.

—Tampoco le estás diciendo la verdad.

—¿La verdad?—Cuestioné.

—Mi hermana está en el laboratorio central. —Habló amargamente. —Van a volver a usarla como experimento.