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Jimin estaba sentado en las gradas del teatro, con un ramo de flores en las manos, nervioso y ansioso por la presentación de baile de Jungkook. Había venido temprano para asegurarse de conseguir un buen asiento y para que Jungkook pudiese verlo si es que lo buscaba con la mirada. Quería sorprenderlo con el obsequio, que lo viera y que después de su presentación corriera para saludarlo. Él no podía moverse con la soltura de siempre, si hubiese sido así, habría sido el primero en correr a felicitarlo, porque estaba más que seguro de que lograría sacar adelante esa presentación de manera perfecta.

El teatro era un lugar impresionante, siempre se quedaba boquiabierto cuando entraba. Tenía una capacidad para albergar a unas 500 personas, y estaba diseñado con un estilo moderno, lo habían terminado de construir hacía poco tiempo, así que buscaba dar esas vibras innovadoras. Las paredes del teatro eran de un color blanco crujiente, lo que le daba un aspecto muy limpio. Había numerosas luces de techo que iluminaban todo el espacio.

El escenario en sí era grande y bien iluminado. Había una gran pantalla detrás de él que se utilizaba para mostrar imágenes y vídeos relacionados con cada presentación. Había varios focos apuntando al escenario, lo que siempre iluminaba a los bailarines y les daba un aspecto impresionante. Extrañaba sentirse bañado por las luces siendo el centro de la atención. Sentía que había nacido para ser reconocido, aunque ahora miraba con melancolía la puesta en escena, sintiendo su estómago pesado.

Jimin y Jungkook habían competido entre ellos de manera recurrente, al menos esa había sido la percepción de Jimin cuando entró a la universidad. Jamás llegó a imaginar que Jungkook bailaba admirándolo en silencio, siendo demasiado tímido como para romper el hielo entre ambos. Ahora estaba ahí, sentando en primera fila como si fuera un miembro de su familia, esperando que saliera a bailar para aplaudirle y ovacionarlo como se debía. Esta era una presentación especial, la primera de muchas en que estaría viéndolo con una mirada dulce, mucho más cargada de cariño.

Jungkook había estado trabajando en la coreografía durante meses y había hablado emocionado de ella a Jimin en varias ocasiones después de invitarlo. Él había visto algunos ensayos y sabía que iba a ser increíble. Además, había querido mostrar su apoyo y agradecimiento por todo lo que Jungkook había hecho por él en el pasado, por lo que decidió traerle un ramo de flores. Podía ser una cosa pequeña, mínima, pero estaba haciendo el esfuerzo de mostrarse más cariñoso, aparte de que era algo que Jungkook siempre solía regalarle, tenía cierta obsesión con las flores y las cosas bonitas. A pesar de su apariencia y la mala fama que se ganó con el tiempo, era un chico dulce que gustaba de las cosas delicadas.

A medida que las gradas del teatro se llenaban con los espectadores, Jimin se sentía cada vez más nervioso. Sabía que Jungkook estaba en algún lugar detrás del escenario, preparándose para su presentación, y no podía evitar sentirse un poco celoso de que él no estuviera en su lugar. No podía evitarlo, era una sensación que le provocaba náuseas. Se sentía un tanto asqueado de sus propios pensamientos, así que buscaba enfocarse en lo mucho que quería a Jungkook y en lo orgulloso que estaba de él.

Finalmente, las luces del escenario se encendieron y la multitud se puso de pie para aplaudir. Jimin se unió a la ovación, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho. Cuando la música comenzó a sonar, se quedó sin aliento al ver a Jungkook aparecer en el escenario, con un traje ceñido al cuerpo y pies descalzos.

Jungkook comenzó a bailar con una elegancia y gracia impresionantes, moviéndose en perfecta sincronía con la música. Jimin estaba hipnotizado, viendo cada uno de sus movimientos con los ojos bien abiertos. Se sentía asombrado por la habilidad de su ahora amigo y emocionado por el espectáculo que estaba presenciando. Era mucho más de lo que habría imaginado, la absoluta perfección hecha persona. Se sentía tentado a grabarlo, pero a su vez no podía moverse. El agarre en las flores se fue debilitando con cada segundo que pasaba. Mirar a Jungkook bailar se estaba transformando en su cosa favorita, su corazón latía con tanta fuerza que podía escucharlo en sus oídos.

HOSPITAL BEDS 病院 KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora