CAPÍTULO 44- Embarazada

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Cameron

La miro dormir plácidamente en mis brazos acabamos de llegar del paseo que planeamos con mi familia y su familia, fue un gran fin de semana animado que volvería a repetir.

Nuestros amigos no asistieron por que habían prometido viajar a la casa de los padres de Felipe, al parecer la relación que tenían con su novia le gustaba pues los conozco lo suficiente para saber que a pesar de que su hijo es bastante mayor son muy sobre protectores con él.

Y siempre han querido que tenga una buena mujer a su lado y Yeniffer lo es en todos los sentidos.

El cumpleaños fue hace mas de un mes y quedamos en que nuestra boda sería dentro de tres meses y para ello faltan menos de dos, no sé cual de los dos está más ansioso si ella o yo, la decoración va bien en lo que cabe, lo que aún no he hecho es buscarme un smokin pero lo haré después.

Mi madre y Adriana han sido de mucha ayuda, mi suegro había colocar también una empresa sucursal en esta ciudad, pues quería pasar más tiempo con Alejandra cosa que no le negaría. Desde hace un tiempo somos socios, su empresa es una constructora muy importante y es algo que necesitaba pues casi siempre me tocaba hacer contratos temporales con alguna otra, y aún así no querían hacer parte de mi corporación.

El día de su cumpleaños digamos que esa noche olvidó por completo lo que era mantenerse sobria, y aunque no tomó ningún trago fuerte o algo por el estilo, se dejó llevar del dulce y picante sabor de un vino el cual se utilizo para el brindis, por parte de ella también incluyendo algunas de los demás presentes.

Su mejor amiga la acompaño minutos después ambas ya estaban pasadas de tragos, aunque a mi querida novia se le notaba muchísimo más.

Ambas reían sin razón alguna, lo cual me causaba bastante risa porque nunca imaginé verla de ese modo. Era divertido porque mostraba una parte de ella que no creí ver, recuerdo que en una de nuestras tantas conversaciones me comentó que no tenía idea de lo que era capaz de hacer estando ebria.

Aquellas palabras no las olvidó: —La primera vez que decidí salir por unos tragos tenía veinte, recuerdo que fue para celebrar que una antigua amiga había recibido un ascenso en el trabajo. Yo no tenía idea de que era intolerante al alcohol, en especial yo ese día pedí unos mojitos los cuáles no contenían mucho alcohol; pero al cabo de una hora o más con tan sólo cinco que había tomado ya estaba empezando a hacerme efecto, le doy gracias a Dios que no hice el ridículo, me hubiera dado vergüenza con mis amigas. —comentó aquella noche, para luego reír.

Por suerte el vino no era alto en alcohol, contenía pero muy poco pero también debió ayudar la levadura que le contiene el vino. También recuerdo que esa noche victoreo por ser la primera vez que se tomaba esa esa cantidad, se tomó una sola botella de vino. Ella al verme reír me miro ofendida e indignada.

Luego de eso se acercó a mí y dijo lo siguiente: —Es jodidamente bueno estar entre tus brazos, pero si te pones entre mis piernas no me quejo.

Seguido de eso mordió mi labio inferior y me guiño un ojo.

Al ver que no le respondí prosiguió:
—Te pediría que controlaras la lengua, pero joder me encanta cuando me dejas temblando la piernas. —trague saliva despacio, por que aquello me sorprendía.

Mire a mi alrededor y me fije en que nadie había escuchando aquello, por suerte nadie lo había hecho. Cabe aclarar que aquella noche me dejó bien cachondo, pero nada que no se podía solucionar al siguiente día.

Dejo los recuerdos de un lado mientras abro la puerta de nuestra habitación, camino hasta la cama y la dejó suavemente en ella, no quiero despertarla. La acobijo hasta la cintura beso su frente para después salir de la habitación sin hacer ruido.

Después De Aquel Beso¹ [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora