CAPÍTULO 2- Él chico de anoche

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Alejandra

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Alejandra

Tallo un poco mis ojos mientras me estiro en la cama, soltando un sonido de pereza.

Me levanto y me dirijo a el baño con los ojos cerrados, batalló buscando el cepillo de dientes cuando lo encuentro me los lavo, y después la cara, abro los ojos de una vez por todas y voy a por mí teléfono para ver la hora y veo que son la once y cincuenta y dos de la mañana.

-¡Mierda estoy acabada! -exclamo en voz alta, lanzó el teléfono a no sé dónde por el movimiento que hago.

El sobre salto me hace palpitar la cabeza debido al dolor, recordándome que para mí esta prohibido tomar de más.

Como si fuese a pasar eso.

Yo siempre cayendo en lo juegos de mi mejor amiga.

¿Que más puede pasar hoy, aparte de haberme levantado tarde?

Me meto a la ducha con todo y pijama y mientras me ducho me deshago de ella, salgo envuelta en mi toalla del baño y corro un poco la echo en la lavadora.

Del mismo modo regreso a mi habitación y voy al closet comenzando a rebuscar entre la ropa. Una vez con la ropa interior me colocó un pantalón negro, una camisa de mangas cortas blanca, junto a unos tenis.

Me dejó el cabello suelto ya que se me mojo un poco, salgo de mi habitación con rapidez mientras me coloco los pendientes y me dirijo a la cocina.

Observó que mi mejor amiga Yeni me dejó el desayuno en el microondas junto a un café luego de calentarlo tomo asiento y me dispongo a comer, esta vez lo hago con más calma pero sin dejar de lado la rapidez.

Cuándo terminó me dirijo a mi habitación por lo necesario, optó por bajar las escaleras mientras le marcó a la idiota que tengo por amiga, por suerte un taxi pasa y extiendo la mano llamando su atención.

Una vez dentro le indicó la dirección y él asiente.

Un tono, dos...

-¿Sé puede saber por que no me levantaste? -pregunto un poco enojada.

-Yo amanecí bien, gracias por preguntar.-dice con evidente sarcasmo ruedo los ojos aunque no pueda verme. -Lo siento me olvide de tu entrevista, además te veías tan tierna durmiendo. -dice con voz dulce.

-Pues mira estúpida que voy a llegar tarde por tu culpa, debiste llamarme. Sabes que cuando tomo de más me es difícil despertar.

-Lo siento. -repite nuevamente.

-Ahí te vez.-cuelgo sin esperar respuesta.

Puede que haya sido algo mal educado de mi parte, pero ayer le deje ducho que me llamara para no llegar tarde a la entrevista.

Después de unos minutos llegamos a mi destino, por la ventana del taxi observo el gran edificio frente a mí suspiró antes de abrir la puerta y salir, rebusco en mi bolso y le pago mientras le agradezco y le dejo el cambio.

Después De Aquel Beso¹ [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora