Laberinto de amor

Reflejos

<<Pov Mayte>>

Desde muy niña siempre me encantó fantasear con el hombre perfecto, pero una vez que lo tuve ya no supe que hacer con él.

Me encanta que vengas cada vez que discutes con Manuel -soltó Fernanda, estrechandome con fuerza entre sus brazos.

Es que no sabes Fernanda, ya no soporto a ese tipo, nunca está en casa y ahora con suerte y me toca -expliqué molesta y desesperada.

Por qué no asumes de una vez que ya no lo quieres y te alejas de él -añadió Fer, sentándose en el sofá.

Por que lo quiero y a pesar de todo, yo sé que Manuel es el hombre de mi vida - solté tratando de convencerme a mi misma.

No te confundas Mayte, está no es la primera vez que traicionas a Manuel con una mujer -cuestionó Fernanda.

¿Que estás tratando de insinuar? -pregunté desconcertada.

Te mueres de miedo de que el mundo se entere de quién realmente eres -soltó segura de sus palabras.

Mi familia es todo lo que tengo, no puedo decírles que me casé con un hombre por miedo al que dirán -traté de explicar, ofendida.

¿Dejarlo? sería un buen comienzo y así podrías vivir sin miedos, ni prohibiciones -comentó Fer, con ternura.

Mi matrimonio es un desastre pero no puedo escapar de él y lo sabes -añadí cabizbaja, sentándome junto a ella.

Ya sabes lo que pienso... solo tienes que decidirte -susurró Fer, acariciando mi mejilla, con media sonrisa.

Gracias Fernanda... pero necesito más tiempo, esto no es fácil para mi - confesé, acurrucándome a su lado.

Refugiarte en mi no sirve de nada si despiertas al lado de un tipo así - insistió Fer, jugueteando con mi cabello.

Eres lo único bueno en mi vida y me da terror que te aburras de mi -confesé preocupada.

No pienso dejarte.. como podría - susurró Fer a centímetros de mi boca.

Solo prométeme que estarás aquí cuando todo esto termine -solté con una mirada suplicante.

Estaré justo aquí, como siempre... esperándote -contestó ella, con una sonrisa coqueta.

Su sugerencia no dejaba de dar vueltas por mi mente, la idea de escapar de Manuel era muy tentadora, pero tenia que despertar y enfrentar mi realidad.
y así lo hice... Desperté.

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<< Casa de Isabel >>

Una amante inexistente, esto era tan patético que la única que sabía de la existencia de Fernanda era mi hermana.

Ay Chiquita, ¿Por qué traes esa carita?  -preguntó preocupada Isa, al verme llegar a su casa.

Se acabó... voy a dejar a Manuel -confesé devastada, sentándome frente a ella.

¿Estás segura? -preguntó sorprendida ante la noticia.

Ya no puedo más, esto es lo mejor para los dos -contesté decidida.

Volviste a ver a esa mujer ¿verdad? -cuestionó Isa, cruzándose de brazos.

Ella no tiene nada que ver con esto -aclaré, desviando la mirada.

May, necesitas ayuda profesional -dijo Isabel, mirándome seriamente.

Te digo que hace mucho que no fantaseo con Fernanda!! -contesté exaltada ante su comentario.