Elizabeth se ajustó bien el nudo del chal verde salvia, se alisó la falda y abrió la puerta dorada de doble hoja.
Acto seguido, caminó hasta el mostrador de la recepcionista, donde una señora mayor anotó su nombre y le pidió que esperara sentada.
Mmm…
Sorprendente.
Pensó que encontraría a una chica espectacular con tacones de vértigo que le alegrara el mundo a su jefe durante el almuerzo.
Muy mal por su parte haberse dejado llevar por esos prejuicios.
A lo mejor Jeon Jungkook la sorprendía para bien.
Se quitó la gabardina verde lima y dejó el maletín en el suelo.
Las continuas llamadas de teléfono amenizaron su espera mientras inspeccionaba las lujosas oficinas de Jeon Enterprises.
En la pared principal se veía el logo gigantesco de la empresa, realizado en bronce pulido: J@E.
La zona de recepción contaba con cómodos sillones de cuero y una alfombra azul oscuro.
El inmenso escritorio de recepción estaba hecho de cristal y equipado con una gran variedad de dispositivos de última generación, así como con varios cajones y distintos compartimentos para organizar.
Elizabeth había hecho los deberes, pero no había servido de mucho.
En una breve llamada a su cuñado Hoseok este le informó de que Jungkook era amigo suyo, de que era un hombre de palabra y de que era un tiburón de los negocios.
Su nombre era muy conocido en el mundo hotelero, y muchos hoteles de lujo trataban de tentarlo para que los dirigiera durante un tiempo.
Jungkook llegaba, le daba la vuelta a la situación de los hoteles y se marchaba sin mediar palabra.
Su cuartel general estaba emplazado en Nueva York, pero hacía diez meses que había abierto una oficina en Milán.
Los rumores se extendieron por el sector como la pólvora.
Elizabeth estaba segura de que el famoso Hotel Principe di Savoia vigilaba sus pasos.
Ese hombre poseía un currículo impecable, y todo lo que tocaba lo convertía en oro, aunque a su llegada estuviera al borde de la bancarrota.
La misteriosa llamada telefónica la había pillado por sorpresa.
¿Por qué quería verla un lunes a las nueve y media de la mañana el gurú de los hoteles?
Había intentado recabar información, pero una voz cortante le advirtió de que solo tendría esa oportunidad para reunirse con Jungkook y de que él le expondría el motivo de la reunión en persona.
Elizabeth aborrecía los secretos y las negociaciones comerciales envueltas en misterio.
Había accedido a encontrarse con Jungkook, pero empezó a investigar sobre él de inmediato.
Era curioso que un hombre tan poderoso, que había viajado por todo el mundo salvando hoteles de lujo, careciera de pasado.
Daba la impresión de que había sido un fantasma hasta los veintipocos años.
La última década mostraba su rápida ascensión al poder, pero no encontró nada de interés ya que la prensa parecía muy contenta con airear su agitada vida amorosa.
Claro que, siendo un empresario de éxito, era de esperar que tuviera a su espalda una larga ristra de conquistas.
A ella le traía sin cuidado con quién se hubiera acostado y cuándo.
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брачен завет JungKook
AléatoireJeon Jungkook ha construido su carrera en base a su ambición y tiene un objetivo muy claro. Sin embargo, cuando llega el momento de tomar un decisión, mezclar los negocios y el placer resulta irresistible.