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Pasó sus ojos por el firme trasero y relamió su labio inferior. Las gotas de sudor en su frente resbalaron a través de sus mejillas y cayeron en línea recta hacia su pecho.
Lo había ignorado desde hace una hora, cuando salió de su habitación con el pequeño short, que para Hyungwon era enorme, y se giró para intentar cubrir el desastre que era la mezcla de colores en la pared.
Acomodó su cabello largo en un rodete mal hecho y acortó la distancia entre ellos en dos zancadas pero siempre cuidando de no hacer más ruido del necesario.
Lo escaneó lentamente, apreciando los músculos marcados de la amplia espalda. Su gusto por las cinturas delgadas y las complexiones alargadas entraba en controversia cuando miraba esos muslos gruesos y duros, la espalda de gladiador y los brazos de titán.
—Delicioso —dijo entre dientes, bastante bajo como para que el otro hombre lo escuchara.
Curvó sus labios en una sonrisa pícara y dejó que el balde de agua se inclinara al frente derramando todo su contenido en la camisa delgada.
Hoseok gritó al sentir el agua fría golpear su piel caliente.
—¡MALDICIÓN! ¿¡Qué te pasa idiota!? —El enorme hombre se alzó, todavía de espaldas, y miró con horror cómo el agua chorreaba por todo su torso.
—Uh.
Él no dijo nada más. Incluso sonrió cuando el contrario giró furioso dispuesto a romperle el cuello.
—Maldito loco, ¿en qué demonios estabas pensando? —Hoseok resopló sacudiendo su camisa que ya comenzaba a pegársele en el pecho —. Y no me vengas con la excusa de que te tropezaste porque no tenías ni una mísera razón para venir hasta donde yo estaba.
Los grandes ojos se incrustaron en el torso musculoso y siguieron las líneas de los abdominales hasta la pretina del short deportivo. Hoseok chasqueó la lengua y le levantó el rostro con una mano.
—Dijiste que no te tocara y eso hice.
El rostro confundido de Hoseok causó gracia en Hyungwon.
—¿Qué dices?
Sonrió de nueva cuenta esta vez cruzando los brazos. —Ji Han solamente sale con chicos atractivos y sexys. Todos y cada uno de sus ex novios son el tipo de modelos que las revistas porno buscan para su material exclusivo.
La mandíbula de Hoseok se tensó y solo entonces le dio importancia a la transparencia que le regalaba la camisa húmeda. Con sus brazos cruzados intentó tapar su pecho pero Hyungwon ya había visto suficiente para llegar a una conclusión.
—Si voy a ayudarte a conquistarlo, al menos debo comprobar que tienes material para cumplir con su estándar. —Hyungwon miró directamente su entrepierna poniéndolo de nuevo nervioso —Bájate el short.
