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Caminando fuera del vestidor comprobó que su jeans estuviera abrochado y levantó la cabeza. Ahogó un gritó al descubrir que Hyungwon lo esperaba afuera con los brazos cruzados sosteniendo una botella de agua.
—Lo hiciste bien para ser tu primera vez —lo felicitó despegándose de la pared. —Pensé que te pondrías nervioso y saldrías corriendo.
Hoseok suspiró sonoramente, aceptó la botella de agua y le dio un largo trago.
—No te miento, pensé en huir cuando los vi a todos observándome como aves carroñeras pero supongo que la vergüenza de ser la burla de la facultad de artes me detuvo —rió empezando a caminar fuera de los baños. —Me sorprendió verte ahí cuando dijiste que irías a dormir.
El otro encogió los hombros metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón ajustado de cuero.
—Estaba por dormir en el auto cuando pensé que sería más entretenido verte avergonzado delante de mi clase —comentó con una sonrisa ladina.
Hoseok golpeó su hombro sin detenerse a medir su fuerza.
—Quisiera verte desnudarte enfrente de todos ellos.
Hyungwon enarcó una ceja todavía sonriendo. —No tengo problema con que me vean desnudo. Estoy orgulloso de mis medidas.
—Yo también lo estoy —contraatacó.
Con ese comentario, Hyungwon recordó la nota que obtuvo en el dibujo y decidió molestarlo un poco más.
—Hablando de eso —se detuvo a mitad del pasillo percatándose apenas que eran los únicos que estaban en esa ala de la facultad —, el profesor me puso un punto menos por no dibujar completamente tu masculinidad.
Hoseok chasqueó la lengua riendo. —Al parecer alguien se distrajo viendo otra cosa y no alcanzó a terminar su dibujo.
—Al contrario, perdí tiempo buscando tu pene —dijo apretando la entrepierna de Hoseok. El pálido gimió por el repentino ataque pero al recobrar la conciencia golpeó la mano de Won.
—Eres un cabrón atrevido —rodó los ojos mientras se acomodaba el pantalón.
El labio inferior de Hyungwon quedó atrapado entre sus dientes evitando que se echara a reír.
—¿Te ayudo? Mis dedos son más largos —Won amenazó con acercarse y Hoseok tuvo que reaccionar rápido para alejarlo de él.
Hoseok resopló fastidiado de la actitud confianzuda de Hyungwon.
—Dame una sola razón para dejarte tocarme —exigió tamborileando sus dedos en el pecho plano del menor.
La cabeza de Hyungwon se inclinó hacia un costado y una sonrisa surcó en sus labios carnosos.
—Porque te haré sentir más placer del que alguna vez has sentido. Puede que use mis manos o mi boca —pasó su lengua por su labio inferior con lentitud y retomó su sonrisa arrogante —, pero de lo que estoy seguro es que estarás gimiendo mi nombre como si fuera tu mantra.
