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—¿Quieres ser mi modelo?

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—¿Quieres ser mi modelo?

—¿Ah? ¿Por qué yo?

La sonrisa desapareció poco a poco cambiando por una expresión de confusión pura. 

—Porque tú la rompiste —dijo como si nada —. Estoy acostumbrado a ver ese espacio ocupado. 

Hoseok entendió el punto de Hyungwon. Está de más decir que él esperaba una respuesta diferente, una que no lo colocara como una segunda opción. 

—Primero tienes que terminar tu proyecto —Hoseok se aclaró la garganta levantándose en un solo impulso —. Gracias, por lo de la mano. 

Hyungwon asintió en silencio. 

—¿Qué ocurre? —preguntó el alto, luego de un rato en completo silencio. Un silencio que amenazaba con hacerlo perder la cordura. 

El cabello fucsia se movió ligeramente por la única acción que Hoseok hizo en respuesta a la pregunta. 

—No has dicho una sola palabra y estás extrañamente quieto —agregó. Trazó un par de líneas para terminar de formar los brazos de Hoseok y se relamió los labios. 

—¿Somos amigos? 

Las cejas de Hyungwon se elevaron con sorpresa. 

Hyungwon miró hacia la pared. —¿A qué viene la pregunta? 

—Por favor, responde.

El alto bajó el lápiz y dejó el cuaderno sobre la vieja mesa de madera. Metió las manos en los bolsillos de su pantalón corto, que horas atrás se había puesto para estar más cómodo, y se acercó a Hoseok. 

—Tú siempre has tenido cierto desprecio hacia mí y no entiendo la razón. Nunca antes nos habíamos conocido y de no haber sido por mí, ni siquiera estuviéramos aquí. 

Hoseok lo escuchaba atentamente y a la misma vez seguía todos sus movimientos. Enarcó una ceja sintiendo el primer pincel tocar la piel de su torso. Una línea azul se creó debajo del pincel justo sobre la línea divisora de sus pectorales. 

—Supongo que te sientes celoso porque soy muy cercano a Ji Han, ¿es eso?

—No te odio, odio tu bonito rostro y tus piernas largas —mordió el interior de su mejilla sin poder creer que sus pensamientos los hubiera dicho en voz alta —. A mi exnovio le gustaban tus piernas y no dejaba de decir lo hermosa que era tu sonrisa. Me da náuseas recordarlo, porque yo permití que me comparara contigo. 

—En cierta parte es tu culpa. Los dos sabemos que somos diferentes visualmente, incluso en nuestras personalidades —cambiando de pincel, dibujó un círculo en el brazo izquierdo con pintura roja —, yo soy más bien un antojo. Todos me miran como una paleta helada en un día caluroso, deseando probar aunque sea un poco de mí. Sin embargo, cuando el invierno llega, es lo que menos quieres saborear. ¿Qué necesitan? Un corazón tibio, capaz de mantenerlos en la temperatura correcta. 

✧ Línea Prohibida ✧ (2won)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora