XXI

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Kody estaba en un bar, ya iba por la quinta lata de cerveza. Estaba furioso, su padre lo acababa de echar de su casa y no tiene ni puta idea adonde ir. Solo pensó lo que su única neurona siempre piensa, alcohol.

Después que el dueño del bar lo echara ya que se dio cuenta que era menor de edad, se intentaba mantener de pie mientras caminaba a un callejón oscuro en medio de la noche.

Se acosto en unas bolsas de basura que habían por ahí y se entornó en un profundo sueño. O mejor dicho se desmayó.

Para su suerte una señora que salía de un restaurante lo vio y se apiadó de él. Lo llevó al hospital cuando vio que no despertaba.




— Doctora la necesitamos en urgencias.- Dijo una chica peli-roja.

— En seguida voy.- Dijo la pelinegra.

Callia estaba en su hora de descanso tomándose un café, pero por desgracia llego una urgencia y tuvo que frenar su descanso.

Se fue a la sala de urgencias encontrándose con la camilla cerrada por unas cortinas, ella las abrió y se encontró con el paciente. Solo con verlo desde ese ángulo fue suficiente para reconocerlo al instante.

— ¿¡Kody!?- Dijo en un grito, algo que asustó un poco a la enfermera a su lado.

— ¿Lo conoce?- Pregunto la pelirroja.

— Si... es un conocido.- Dijo revisando el expediente.— Sus signos vitales están estables al igual que todo lo demás ¿tomaron muestras de sangre?- Dijo mirando a la pelirroja.

— No.- Dijo un poco apenada. Llevaba unos pocos meses en el hospital, así que Callia tenía compasión de ella y a veces le perdonaba sus equivocaciones.

— Esta bien, las tomare yo.- Dijo sacando la mesa una jeringa.— Tráeme los frescos para las muestras.

La peli-roja asintió y fue por ellos.

Le colocó la aguja a su jeringa, luego tomó la liga y la colocó en el brazo del peli-negro. Hecho esto le busco una vena y cuando se la encontró prosiguió a tomar la muestra de sangre.

Justo había llegado la enfermera con los respectivos frascos, al entregárselos depositó la sangre y etiqueto los frascos.

— Tome.- Dijo entregándole el frasco con la muestra .- Llévelo al laboratorio y apenas tenga los resultados me avisa, por favor.- La chica asintió.- Si, claro.- Dijo la pelirroja cerrando la cortina y yéndose.

Al irse, Callia se dedicó a observar al chico de cerca y analizarlo. Noto muchas cosas, como olor a alcohol, moretones, ojos rojos y sangre en su boca.

"Tengo la sospecha de porque estás así" pensó, solo por el olor que traía el pelinegro deducía que este se emborracho.

Dio un gran suspiro, después se dedicó a preparar una medicina con yerbas mágicas para curar a Kody mientras se le pasaba el efecto del alcohol.

— El ya no va a cambiar.- Dijo para si misma.





— "La persona que desea llamar, no se encuentra disponible en este momento. Para dejar un mensaje, presione tres"-

El chico llevaba varias horas intentando comunicarse con el peli-blanco, no sabía que había pasado con el y estaba bastante preocupado. Solo sabía que estaba en casa de Callia, pero no estaba seguro de ir a verlo, después de todo lo qué pasó pensaba que estaría enojado con él.

— Hola Lumine, Elijah otra vez.- Dijo mientras grababa el mensaje.— Sólo quería saber como seguías... ya sabes después de todo lo qué pasó.... Mierda.— Dijo cortando el mensaje.

𝒩ℴ𝓉 𝒜𝓃𝓎𝓂ℴ𝓇ℯ (kodime)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora