𝒩ℴ𝓉 𝒜𝓃𝓎𝓂ℴ𝓇ℯ (kodime)

XXVIII

Advertencia: capituló largo.

6 meses después.

Desde aquel entonces no se volvieron a ver, ambos habían comenzado terapia e iban mejorando poco a poco. Lumine empezó a salir más con sus amigos, se había puesto como meta disfrutar sus diecisiete años y lo estaba logrando, solo faltaban dos meses par cumplir la mayoría de edad y quería aprovechar el tiempo al máximo. Además de eso empezó a ir al gimnasio e incluso volvió a la escuela, la que había dejado desde los dieciséis por petición de su entonces novio Kody.

Al recién nombrado tampoco le estaba yendo mal, logró dejar de apoco su adición a sustancias, aunque aún le faltará superar su depresión lo estaba logrando de a poco y a su ritmo. Había logrado arreglar su relación con su padre, ahora su vínculo estaba más fuerte que nunca y el mayor estaba dispuesto a apoyar a su hijo en todo. Obviamente Kody igual cambió su actitud, gracias a la terapia estaba más expresivo e incluso más amigable. Logró sociabilizar rápido y también logro llevarse mejor con las personas a su alrededor, aunque en esos meses no a cruzado palabras tanto con Lumine y con sus otros dos amigos (si aún los podía llamar así) siempre a estado pensando en ellos, son su motivación a seguir sanando sus heridas e ir convirtiéndose en una mejor persona.

En especial aquel chico peliblanco de hermosos ojos, Kody siempre pensaba en el más que nadie, y lo extrañaba mucho, demasiado, y anhelaba su reencuentro y mostrarle la persona en la que se iba convirtiendo.

Esa mañana el chico de cabellera negra despertó con más ánimos de lo normal, el día que tanto había esperado había llegado, ese día en el que al fin podía ir y hablar con la persona que tanto había estado esperando por meses.

Observó los poemas y cartas dirigidas a su novio que estaban en su escritorio, en este tiempo se inscribió a un taller de literatura y cada trabajo que hacía de lo dedicaba a su enamorado. Por otra parte también estaban las cartas que le había escrito en ese tiempo, donde cada día le contaba una nueva mejora o cosa que aprendió y le comentaba lo mucho que lo extrañaba y lo quería, obviamente no envío las cartas ya que como había dicho Adrián, tenían que darse un tiempo.

Guardo las escrituras en una carpeta que después metió a una mochila y salió de su habitación para luego bajar las escaleras y dirigirse a la cocina.

Estaba su padre sentado tomando un café con Sherry a su lado explicándole su horario para ese día. Cuando se asomo saludo a su padre y a la mujer a su lado y se sentó a beber de su café.

— Hable con Adrián.- dijo su padre cuando la chica se retiró.— Me comentó que te encontró listo para ya dar el siguiente paso. Así que, ¿hoy verás a Lumine?

El menor se atragantó con la tostada que estaba comiendo, no le había comentado a su padre sus planes de ver a Lumine ya que no sabía cuál sería su reacción, le tenía miedo a que el le prohíba verlo y que jamás se pueda disculpar con el, así que para ahorrarse eso había decidido no comentarle, pero al parecer su psicólogo no estaba al tanto de sus deseos.

— Si, hoy tenía planeado visitarlo. Perdón papá por no decírtelo antes, tenía miedo que te opusieras a mi decisión. Además, me siento listo para dar este paso, es algo que estuve esperando mucho tiempo y no tengo deseos de posponerlo.- El mayor le dio una sonrisa y un último sorbo a su café antes de hablar.

— No tendría porqué, si tú dices estar listo es porque lo estás. Tú sabes que yo confío en ti.

Le dedicó una cálida sonrisa a su hijo y este se la devolvió, aunque les costó un poco, pudieron reconstruir muy bien su relación y aprendieron a confiar el uno con el otro.

El menor volvió a hablar.

— Gracias papá.- dijo sonriendo.

— No hay de que, hijo. Ahora si me disculpas tengo que ir a trabajar, si no voy ahora Sherry me matara por llegar tarde.- dijo haciendo un gesto dramático sacándole una risa a su hijo. Se acercó a Kody y deposito un besito en su cabeza.